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Cidere Bío Bío destaca a empresa de jabones

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La XLVIII Asamblea Anual de Asociados de la Corporación Industrial para el Desarrollo Regional del Bío Bío (Cidere Bío Bío) fue la instancia para galardonar a Miguel Maritano Industria de Jabones con el premio de Responsabilidad Social Corporativa, el cual busca reconocer a la empresa que fomente las buenas prácticas e incorpore dentro de su línea de acción y negocios los principios de la responsabilidad social.

El gerente de la destacada empresa, Félix Matitano, agradeció el reconocimiento, indicando que "somos una empresa netamente familiar, con principios y valores forjados por el esfuerzo y dedicación, tanto del grupo familiar propiamente tal como de sus trabajadores". Añadió que pese a que la competencia en su rubro es fuerte, la organización ha sabido mantenerse en el tiempo, principalmente cuidando la calidad de los productos, diversificándolos, y al mismo tiempo protegiendo el medio ambiente.

A la actividad asistieron representantes de las 38 empresas Asociadas a Cidere Bío Bío y durante el desarrollo de la Asamblea, Marcos Delucchi, Gerente de la Corporación, dio cuenta de los proyectos desarrollados durante los años 2012 y 2013, destacando el cultivo de tomate pera deshidratado, cuyos emprendedores expusieron en la ocasión. El ejecutivo explicó el proyecto de cultivos de algas de la caleta de Coliumo para la industria farmacéutica y la iniciativa de preparación de snacks de frutas saludables con stevia, terminando su exposición dando a conocer la finalización del programa Cidere Bid/Fomin.

En la actividad también se efectuaron elecciones, donde parte de su directorio quedó conformado por Roger Sepúlveda de la Universidad Santo Tomás, Ramiro Cártes de Cementos Bío Bío; Harold Kauer de Asmar, Ciro Delgado de la Asociación Chilena de Seguridad y Octavio Enríquez de la Universidad Andrés Bello.

Ex gerente de Inchalam apostó por ser su propio jefe

Tras una larga búsqueda optó por franquiciar Urban Station, el primer Coworking penquista.

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Siendo unos de los más jóvenes ejecutivos de la Compañía Siderúrgica Huachipato, donde permaneció por 10 años, para luego asumir como gerente de Finanzas de la Industria Chilena de Alambres (Inchalam), donde estuvo otros dos años y medio, Adolf Heller Jerez (39), decidió renunciar transformándose de pronto en un emprendedor, que la próxima semana se lanza con todo a un proyecto personal, pero que le llena de ilusión.

Aunque reconoce y agradece la experiencia ganada, recuerda que algo le molestaba y no le permitía sentirse cómodo en un trabajo que tal vez muchos querrían. Decidió renunciar. "No había algo que me entusiasmara", dice.

Tenía una idea en mente, relacionada con la tercera edad y que no existía en Concepción, una casa para personas autovalentes, pero resultó ser una inversión muy grande y los retornos serían a largo plazo.

Empezó a trabajar en casa buscando nuevas ideas y alternativas de inversión, pero creían que no trabajaba. Hay tareas domésticas que hacer día a día y sentía que empezaba a molestar. Nadie entendía que estar allí conectado al computador era un trabajo. Pensó que en la casa de su madre tendría más tranquilidad, pero le pasaba lo mismo. Fue en ese instante, cuando la idea brilló. Faltaba un lugar donde la gente pudiera trabajar tranquila en un ambiente acogedor y con todas condiciones de espacio y tecnologías para hacerlo.

Buscando por aquí y por allá descubrió Urban Station, un espacio, un concepto y un modelo de trabajo que se podía replicar para que emprendedores, trabajadores o profesionales independientes puedan contar con ese espacio para desarrollar sus ideas, en un ambiente agradable y estimulante para la creación, un ecosistema adecuado, donde todos están trabajando e incluso puedan aportarse conocimientos mutuamente.

Y aunque la idea no es propia, Adolf Heller será el primero en concretarla a través de la obtención de la franquicia Urban Station.

Había viajado a Buenos Aires, donde esto funciona hace tiempo y donde, de hecho, están los dueños globales de la franquicia. Después fue a Alemania, donde descubrió modelos similares que han tenido mucho éxito y comparó.

Se decidió por adquirir la franquicia, y la adecuó al mercado penquista.

Hay muchas empresas que están en la periferia no sólo de la ciudad sino de la capital regional y que se ven obligadas a contratar salones de hoteles que son para 80 personas y se necesitan reunir cinco, señala.

La flexibilidad también viene por el sistema de pago, tiempo requerido o tipo de actividad que se desee desarrollar, como reunión de directorios o capacitaciones.

La gente paga o prepaga el servicio y las tarifas van desde $2 mil/hr hasta los $190 mil/ mes, con IVA, que cuesta una membresía mensual y que incluye un espacio fijo, un escritorio exclusivo, acceso independiente a cualquier hora del día los 7 días de la semana y contar con una dirección comercial. "Es tu propia oficina", comenta Heller.

Dependiendo de las necesidades las mesas se puede reubicar rápidamente, ya sea para una capacitación, un directorio o una reunión de trabajo.

"Creemos que este es un importante aporte para la ciudad, se abre un espacio que los emprendedores no tenían, las empresas van a tener salas a la medida y los trabajadores tendrán un espacio más acogedor que un ciber café".

La próxima semana, Urban Station estará lista para recibir a sus primeros usuarios, que cuentan con internet de alta velocidad y el café que siempre gratis.

Estos ecosistemas de trabajo, conocidos como "Coworking", han crecido un 800% en los últimos 5 años en el mundo. La inversión suma $75 millones.