Independencia, cercanía juvenil y una campaña no ofensiva serían algunas de las claves según expertos y su equipo.
La última encuesta presidencial de Corbiobío causó sorpresas a nivel local al revelar sus resultados, que posicionaron al economista Franco Parisi en el tercer lugar de preferencias con un 11,4%, superando a Marco Enríquez-Ominami, que sólo logró el 5%.
El más sorprendido fue el propio Parisi, quien no podía creer los resultados en una Región donde los arraigos y presencia de otros candidatos son mucho mayores.
El candidato que se desmarca de los partidos y logra explicar los conflictos y escándalos económicos en términos simples, tiene motivos algo más complejos que explican su éxito y que van más allá de ser la "novedad" de esta elección.
Según explicó el analista político de la Universidad Andrés Bello, Felipe Vergara, Franco Parisi podría ser el candidato de descarte.
Cuando en la elección pasada (2009), el descarte fue a hacia la izquierda, este año es hacia la derecha, explicó Vergara. Esto, considerando la cantidad de anticuerpos que genera Evelyn Matthei como candidata de derecha y de un partido "trasquilado", luego de pasar por dos presidenciables anteriores. Parisi, que también representa a este sector, sería la alternativa.
Por otro lado, ME-O no tiene ventajas ante él, pues se configura como una suerte de "sombra" de Michelle Bachelet, indicó el experto. Por tanto, Parisi absorbería parte de sus votos, aunque su posibilidad de llegar a segunda vuelta es mínima.
Y, siendo una segunda elección presidencial algo seguro, "el voto a Parisi es darse un gusto", dijo Vergara. Así, muchos votarían por él, sabiendo que elegirán luego a Matthei.
Entre las ventajas del economista, Vergara mencionó las redes sociales potentes, su lejanía de los partidos políticos y su campaña no agresiva, donde prácticamente no se refiere a sus contrincantes.
Sin embargo, afirmó Vergara, "todo ese capital es liviano. Para gobernar se necesita un partido".
Justamente, el uso de las redes sociales ha sido un gran apoyo para la candidatura de Parisi. "Lo que hace es tener mucha gente que habla de él, y que habla de él a través de las redes sociales. Es un trampolín", indicó Vergara.
Según Mariela Hernández, periodista y comunity manager de Inacap, "Parisi apuntó con su estrategia a los jóvenes, dando charlas en las universidades y con un gran énfasis en regiones. Esos dos ejes son la esencia de las redes sociales y de su poder como medio de comunicación, de generación de opinión, contenido e interacción entre los usuarios".
De este modo, se centra en un público que muchas veces prefiere manifestarse por esa vía antes de ir a votar. Además, dijo Hernández, "las redes sociales tienen el plus de descentralizar el poder, ya que no importa donde estés, sino que lo que importa es que se planteen con fuerza las ideas".
Sin embargo, las redes sociales no serían utilizadas en su máximo potencial, un error que cometen todos los candidatos. Así lo ve Gustavo Arias, docente de la carrera de Publicidad de Duoc UC Concepción, quien dijo que se utilizan como una más de las herramientas, pero no como un elemento clave, al estilo de Barack Obama, por ejemplo.
Así, pueden fácilmente cometer el error de sub o sobreutilizarlas, al no tener un plan estratégico de redes.
Además, explicó Arias, los usuarios de redes sociales chilenos serían un voto blando, pues funcionaría más como difusión que como un sufragio efectivo.
Por último, "los candidatos no utilizan las redes de manera inteligente", dijo. Un claro ejemplo es que no han pensado en todas sus posibilidades. "Nadie ha considerado la posibilidad de un debate vía streaming por ejemplo", sostuvo.
"Parisi conoció cómo los jóvenes trascienden y aportan a la sociedad. Y descubrió que las redes sociales son su principal manera de comunicación".
La explicación fue entregada por Pilar Pardo, docente de Informática de Inacap. No se trata de casualidad, sino de la manera de interacción social de la generación denominada "millennials", una clasificación que explica el comportamiento de quienes nacieron entre 1980 y 2000, los jóvenes de hoy.
Según Pardo, estos jóvenes encuentran el éxito en valores como hacer lo que les gusta o genera placer, buscan la fuerza colectiva -como el lema de Parisi, "el poder de la gente"-, se conectan al mundo a gran velocidad, no les atraen los proyectos largoplacistas (razón por la que rechazan a los partidos políticos) y valoran el trabajo integrado y el reconocimiento según los logros.
Eso, entre otras cosas, son las que Parisi supo capitalizar y concretar en cifras exitosas según la experta.
"Él fomenta el emprendimiento, el querer es poder. Eso les gusta a los chicos que se identifican con personas que logran lo que quieren y que demuestran expertiz. Además, demostró que puede llegar a esta instancia sin un partido político. Eso hace que llegue, que no tiene un grupo detrás, como otros candidatos", explicó Pardo.
Todas estas ventajas o estrategias fueron ratificadas por el jefe de comunicaciones y vocero del candidato, Patricio Mery. Cabe destacar que Mery en 2009 participó activamente en la campaña de ME-O, de la que luego se alejó.
Por tanto, indicó el asesor, "conozco muy bien las fortalezas y debilidades de ME-O, y no vamos a cometer sus errores". De este modo, aseveró, se trata de una campaña de rechazo a las malas prácticas de la política tradicional. Elementos con los que contaría Enríquez de un modo u otro.
"Este es un gobierno absolutamente transversal. El mensaje es que la candidatura llega al chileno común y corriente, habla del descontento, de la meritocracia y el crecimiento personal. ¿Esa propuesta es de derecha o de izquierda? No lo sé, pero es justa", expresó Mery.