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Tragos podrían aportar más calorías de lo que se desea

El ponche, uno de los favoritos en Fiestas Patrias, entrega más de 300 kilocalorías en un vaso, versus las 70 de una copa de vino.

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En estas fechas de celebraciones no sólo hay que estar atentos al aporte calórico de las comidas que se consumen, sino que también del alcohol, siendo, en muchos casos, causantes del importante aumento de peso característico de Fiestas Parias.

Dentro de los tragos habituales encuentran los vinos tinto y blanco, los compuestos y los derivados.

De los primeros, el más consumido es el vino tinto. Entre los destilados, en tanto, el pisco y el ron, mezclado con bebidas son los favoritos de los más jóvenes. Otros como el ponche mantienen un carácter familiar.

ATENTO CON LAS CALORÍAS

El vino consumido solo -sin combinaciones- es el que presenta el menor aporte calórico, siendo alrededor de 70 kilocalorías.

Así lo sostuvo la jefa de carrera de Nutrición y Dietética Universidad Santo Tomás, Alejandra Sánchez, quien recomendó estar atentos al tipo de alcohol que se consume y las cantidades.

Con respecto a los destilados, la académica recordó que suelen acompañarse de bebidas de fantasía.

"Ahí estamos ante dos problemas: si se mezcla con bebida con azúcar aumenta el aporte calórico, pero si es sin azúcar, el alcohol se absorbe más rápido. Por ende es más factible provocar una intoxicación alcohólica si el consumo es alto. En ese contexto, lo mejor sería mezclarlo con una bebida con azúcar", explicó.

El ponche, otro clásico de Fiestas Patrias, tiene un promedio de 350 kilocaloría en un vaso de entre 150 y 200 centímetros cúbicos.

"Ésta es una preparación que aporta muchas calorías. Tiene vino y fruta en conserva, por lo que lo mejor sería usar fruta natural y no tomar más de 150 centímetros cúbicos", señaló la nutricionista.

La tradicional chicha aportaría entre 250 a 280 kilocalorías en vasos de 100 centímetros cúbicos. En cambio, el producto que tiene la menor cantidad de estas unidades es el espumante, alcanzado 50 kilocalorías.

A TENER EN CUENTA

Sánchez afirmó que lo aconsejable es consumir agua entre copas de alcohol con la finalidad de evitar la deshidratación. "El vino y el reto de los tragos pueden producir aumento de diuresis", indicó.

La docente agregó que además, si se acompaña con comida, se debe tener en cuenta que esa última se almacena y el alcohol es usado por el organismo como energía, quedando la comida acumulada como grasa.

Respecto de las bebidas energéticas mezcladas con alcohol, se debe evita debido a que el alto contenido de cafeína ejerce un efecto de reducir aparentemente la embriaguez, "pero se puede estar intoxicando con alcohol. Es muy riesgoso", añadió.

La recomendación, junto con moderar la ingesta es seguir una sola línea, que puede ser de destilados, vinos o fermentados.

"La idea es no hacer alternancia", manifestó la académica, porque "el hígado va a estar haciendo un gran trabajo. Cada tipo de alcohol se absorbe de forma diferente y si se toma de distinto tipo puede haber problemas gástricos".

Tranquilidad ante todo

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La vida es sencilla cuando uno se propone llevarla de esa manera, un estrés cuando aún no se descubre el propósito en esta tierra y un caos cuando se vive centrado en estar sólo por estar, sin la convicción de lo que se quiere en esta vida.

Nadie prometió una vida sin conflictos, tropiezos o penas, sin embargo cuando se cree con firmeza que lo mejor es hoy y que sin duda mañana será aún mejor, el presente se vuelve más luminoso y liviano, logrando la sintonía perfecta entre el equilibrio, confianza y la tranquilidad ante todo.

La ansiedad y el estrés son energías positivas cuando se reciben como una recarga extra para acompañar los últimos meses del año. El cuerpo necesita saber reaccionar frente a todos los compromisos del día, por lo tanto no necesita de una falsa armonía cuando lo que desea es vitalidad, fuerza y algo de agitación física y mental para cerrar el año con un balance positivo.

Cuando se habla de tranquilidad ante todo, se hace referencia a la paz que pese a todas las circunstancia brinda el tener un alma en paz, una consciencia serena y un espíritu vivo de amor, serenidad y generosidad consigo y con los demás.

Tener un cuerpo sano es sólo el comienzo de la felicidad pero tener un espíritu vivo, libre y bondadoso le garantizará la paz que se requiere no sólo para disfrutar

de todo lo que se le presenta en la vida, sino para sortear con éxito las contrariedades del día a día.

¿Y usted cómo siente su espíritu? ¿Cuánta paz tiene es su corazón?, sin lugar a dudas espero que en abundancia para que así logre cada una de las cosas que necesita para ser más feliz.

En caso que la respuesta sea sentir un espíritu debilitado, bueno piense que eso es sólo hasta hoy y que a partir de mañana se movilizará según los dictados de su corazón movilizando su cuerpo para cada día estar mejor.

psicóloga