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Escritor penquista en la "Isla de los muertos"

Invitado por el ilustrador Rodolfo Aedo, también oriundo de la capital del Bío Bío, proyecto se interna en leyendas del sur profundo.

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Fue el ilustrador Rodolfo Aedo, quien invitó al guionista también penquista, Cristóbal Florín, a ser parte del proyecto "Isla de los muertos", novela gráfica que empezó a tomar cuerpo narrativo/visual entre septiembre y octubre del 2011.

En esa fecha se presentó como proyecto Fondart, siendo favorecido con 7 millones y medio de pesos para su desarrollo al año siguiente.

El trabajo, basado en el cuento "Dos versiones para una historia" del sureño escritor Félix Elías (Aysén, 1930); demoró un año y medio en tomar forma hasta convertirse en la obra de 104 páginas, que se interna en la tragedia de Caleta Tortel, 465 kilómetros al sur de Coyhaique, ocurrida en 1906.

El proyecto se desarrolló entre marzo del 2012 y junio de este año, mes en que tuvieron listos los 1.350 ejemplares de una obra intensa, y que habla sobre la muerte desde dos puntos de vista: el hambre y el veneno. El lanzamiento, primero de varios, se va a realizar hoy, a las 18 horas, en Artistas del Acero.

"Rodolfo -actualmente habita en la Caleta protagónica- es un apasionado con el sur y está muy atento a ilustrar las condiciones hostiles de esa parte extrema del mundo", comenta Florín, sobre un texto que efectivamente registra en sus cuadros el impacto de carácter emocional que el paisaje forja en el carácter de los hombres.

"Personajes como los pioneros y escenas que visualizan el poblamiento de una tierra aislada, como lo es caleta Tortel, son elementos permanentes en el imaginario del dibujante", ilustra el guionista.

- Cuando me contó el proyecto, primero me invitó a participar para hacerme cargo de la difusión, y en el camino me convertí en el guionista de la novela gráfica. Esa tarea la hice con el mayor gusto debido al espacio de creación oscura que proponía la adaptación de un cuento con dos finales amargos. La propuesta narrativa era atractiva y el ejercicio me provocó mucho interés.

DESDE EL PROFUNDO SUR

El trabajo gráfico/visual financiado por el Consejo de la Cultura y las Artes de Aysén, fue postulado a los fondos en la línea vinculada al rescate patrimonial, ya que la Isla de los Muertos fue declarada Monumento Histórico Nacional el 2001.

Por lo demás, un lugar colmado de misterios, 33 cruces, muertes y leyendas tejidas en torno a la colonización.

Entre las motivaciones que cita Florín para embarcarse en esta empresa, destacan dos principales.

"La gráfica. Las intenciones eran registrar los colores y formas que surgen de un sur virgen y hostil, donde los hombres no tiene oportunidad contra un clima impulsivo e inclemente, el que sacude el corazón de atrevidos visitantes", apunta sobre la trama que habla de la tragedia de un vapor con 180 chilotes que navegan hacia su propio fin en la desembocadura del río Baker.

"Nos referimos al extremo sur, ese lugar abandonado por el resto del mundo, donde el frío, el viento y la lluvia se desayunan cada jornada, donde pocos son los valientes que hacen patria", ilustra el escritor, quien también destaca la labor realizada en éste por el sampedrino Alejandro Sottolichio, diseñador gráfico; y Alejandro Jarpa, diagramador oriundo de Concepción.

El otro aspecto que Florín cita como clave para este proyecto editorial es la narración. "El aislamiento que sufre caleta Tortel, propone la creación de escenas que desafían la cordura de los personajes al enfrentarse a la falta de alimentos y ayuda. La novela gráfica explora dramáticamente los escasos antecedentes que se conocen de la tragedia, y se da el placer de imaginar con angustia los detalles y acontecimientos en el desarrollo del agónico escenario. Construimos nuestras propias versiones de la tragedia en un inalcanzable sur", apunta el autor.

- Reconozco mucho la influencia de las líneas cargadas de Kafka, en especial, con el tema de la alienación, el sentirse ajeno, un extraño, siempre cuestionándose el lugar que ocupa en el mundo y cómo lo ocupa. Y creo que esta historia funciona en una buena medida con aquellos ejercicios que contienen elementos como la sospecha del lugar que se habita y la extrema ansiedad. Por ejemplo, cuando los hombres caen en un limbo de crueldad fantástica, buscando culpables que no cobran forma. Así también como cuando el veneno los pudre por dentro, ellos se sienten traicionados por sus cuerpos, no se reconocen en su materia natural, y son atacados desde el interior, así es como sólo encuentran salida en la locura y finalmente en la muerte.

Tanto el exterior físico como el interior se proyectan como el enemigo. En el caso del mar, el buque es el refugio, y tenía la idea cuando estaba escribiendo, de presentar la entrada de la bodega como un portal, el que da a una misteriosa habitación que guarda objetos secretos y oculta acontecimientos invadidos por la penumbra. Una parte del trabajo imaginario consigue publicarse. El otro queda guardado, descansa, para luego retomar fuerza en un nuevo impulso.

En palabras de Cristóbal Florín, la historia del cómic dice así: Trabajadores de la compañía explotadora del Baker se enfrentan a los horrores de la hambruna y el envenenamiento, en Caleta Tortel. Las sospechas apuntan a los dueños de la compañía, los que mantenían deudas con los hombres abandonados a su propia suerte, quienes terminan estrechando relaciones con la agonía y visitando la Isla de los Muertos. "Apostamos por una narrativa gráfica oscura, lo que imaginamos atrae al público que no busca finales felices. Un terror fantástico sugerente, a través de distintas voces, invita a interpretar los hechos e imaginar nuevas versiones de la tragedia".