Analistas en economía y negocios recomiendan cotizar cuidadosamente antes de la solicitud o más bien a buscar otras alternativas para disfrutar estos cinco días seguidos.
Año a año, agosto y septiembre suelen ser meses en donde los gastos se incrementan considerablemente. y los créditos de consumo son la alternativa de quienes optan por unas pequeñas vacaciones en familia, o apuntan a renovar su vehículo, aprovechando los descuentos del cambio de año, por ejemplo.
Para Ariel Yévenes, economista de la Universidad del Bío Bío, en estas fechas de festividad se observa que efectivamente se tiende a aumentar el endeudamiento de las personas, muy en línea con el incremento en el consumo que se produce en estas ocasiones.
"En primer lugar, hay un evidente sobreendeudamiento, agravado en muchos casos por la característica de financiar consumo corriente, de corto plazo, con deuda de largo plazo, lo que por cierto compromete seriamente la sostenibilidad financiera familiar de mediano y largo plazo. Y en segundo lugar, buena parte de este incremento de deuda pasa por tarjetas de retail y créditos de más fácil obtención que en el sistema bancario tradicional, pagándose a la postre intereses más elevados, además de la menor restricción en términos de control de sobreendeudamiento y capacidad financiera consolidada a mediano y largo plazo", explicó el experto.
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De acuerdo a un informe elaborado por el Banco Central, la tasa de interés anual, incluyendo comisiones y seguros, sufrió un aumento de 23,10% en julio de este año, a 25,43% durante el mes de agosto, en créditos con plazo por más de tres años.
De acuerdo a simulaciones realizadas por este medio, a través de las páginas web de cinco entidades financieras, consultando por un crédito de consumo de $3 millones a un plazo de 24 meses, las diferencias entre un banco y otro, pueden llegar a los $500 mil en el costo total.
Las diferencias básicamente responden a las tasas de interés que aplica cada institución y a otros costos asociados como seguros y comisiones.
Al respecto, Yévenes aclaró además que en Chile las tasas de interés se alinean más bien a las políticas monetarias derivadas del Banco Central, más que a flujos de oferta y demanda. En este sentido, las tasas "aún permanecen bajas", según su opinión, incentivando en consecuencia el consumo y endeudamiento vinculable.
"HAY QUE USAR LA
CABEZA"
Renato Segura, director de Ingeniería Civil y Economista de la Universidad San Sebastián, comentó que en esta época de salidas en familia, la llegada de la primavera y la posibilidad de contar con cinco días de feriado continuado, genera que los consumidores busquen una serie de financiamientos para disfrutar.
"Por eso lo recomendable es que la gente no siga con el endeudamiento, pues la oferta de crédito trae consigo una renegociación de sus pasivos anteriores. Creo que se deberían buscar formas más inteligentes para disfrutar estos cinco días", sostuvo.
El economista llamó a los consumidores a cotizar las mejores opciones, y preferir la banca tradicional en vez de cajas de compensación y tarjetas de retail, dejando a un lado su fácil y rápido acceso. "Lo mejor es usar la cabeza antes que la billetera. Se debe gastar de forma tradicional y evaluar si es tan necesario el endeudamiento", concluyó.
De acuerdo al último estudio disponible de Sernac publicado en julio de este año sobre el costo de los créditos de consumo para orientar a los consumidores, las diferencias entre las Carga Anual Equivalente (CAE) mínimas y máximas pueden alcanzar guarismos significativos, observando diferencias de hasta 204,1% en créditos por $3 millones, convenidos a 24 meses plazo. El informe revela que el Costo Total del Crédito (CTC) es decir, el monto total que debe asumir el consumidor, y que corresponde a la suma de todos los pagos periódicos definidos como Valor de la Cuota en función del plazo acordado, incluyendo cualquier pago en el período inicial, puede llegar desde los $3 millones hasta los $3.967.228.