"Crisis energética genera pérdida de competitividad"
En su primera entrevista desde que salió de Enap, el experto dice que actual legislación en materia de energía no se condice con la realidad que enfrenta Chile hoy.
La escasez y altos precios de la energía tienen en jaque al sector industrial de la Región y del país, pero se transformarán en un problema mayor, cuando antes de tres años, las familias comiencen a sentir el efectos en sus propios bolsillos.
Por eso, para Enrique Dávila Alveal, ex gerente general de la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) y presidente de la Fundación Chile 21, referente y fuente obligada de consulta para quienes están en este negocio o quieran entrar a el, es ahora el momento de poner en el debate público esta materia tan importante para el país.
Dávila, quien además es miembro del directorio de la Corporación Universidad de Concepción, confirma que hay dos sectores que están siendo afectados: Uno, es el industrial que involucra a toda la capacidad productiva del país y que enfrenta un alto costo de la energía y por esa vía el país pierde competitividad. "Las mineras han planteado públicamente los problemas que están enfrentando debido a la escasez y por los precios que tienen a nivel internacional".
Los precios de combustibles fósiles como el petróleo y el carbón, hacen que tengamos que revisar cómo está funcionando nuestro sistema de generación, transmisión y distribución y cómo utilizar otras energías que permitan diversificar estas fuentes. Lo que hay que definir es qué tipo de matriz energética queremos, dijo.
En el otro sector están los consumidores. Aseguró que si bien las familias hoy pagan precios de la energía eléctrica de unos US$80 MW/hr en los próximos dos a tres años, pagarán unos US$150/MW/hr. "Se vienen nuevas licitaciones de paquetes de venta de energía de los generadores a los distribuidores, lo que va tener un fuerte impacto en las tarifas residenciales y ahí los ciudadanos van a decir nuevamente, aquí estamos pagando costos que no corresponden".
Explicó que estamos frente a gran dilema. Somos importadores netos de combustibles fósiles como petróleo con un precio actual por sobre los US$100/ barril, el carbón también y no tenemos capacidad de producir y bajar los costos energéticos
Por ello es necesario buscar consensos, modificar la forma de cálculo y poner los incentivos donde corresponde y si a esto se agrega que las comunidades están reaccionando frente a proyectos que se han querido concretar en materia energética porque obviamente se han visto afectados, se requiere entonces precisar la legislación en materia ambiental y la participación ciudadana.
Dávila, quien participó como uno de los expositores en el seminario "La Energía y su impacto en la industria de la Región del Bío Bío: Aporte de los trabajadores del sindicato Enap-Petrox", ve en tanto algunas soluciones.
A su juicio, y dado que Chile cuenta con una capacidad de recepción de gas licuado a través de GNL Quintero y de GNL Mejillones de 5 a 6 millones de m3/día, propone aumentar esa capacidad a 15 a 20 millones /día. El precio del gas natural licuado hoy día ha bajado, producto de los descubrimientos en Estados Unidos y la abundancia de reservas de Shale Gas.
Chile está en condiciones de privilegiar el uso del GNL del punto de vista de generación termoeléctrica, pero se requerirán modificaciones legislativas y de normas por parte del Ministerio de Energía y de la Comisión Nacional de Energía de colocar al GNL como el que el que marque la pauta y no tengamos que seguir enfrentando estos problemas con las termoeléctricas a carbón, por lo tanto, hay que ordenar bien qué es lo que tenemos que hacer respecto a nuestra matriz.
Hubo un estudio que hizo una comisión de expertos de Ucade y una comisión técnica parlamentaria y salió la ENE. Yo creo que uno de los problemas que hemos tenido es que si bien es muy correcto plantear una estrategia en la cual decimos que queremos una energía limpia, barata, competitiva y transparente, e independizarnos de los combustibles importados, se contradice con la legislación que tenemos. Este modelo energético que sigue vigente y al que en los últimos 30 años se le hicieron algunas introducciones como la Ley Corta I y la Ley Corta II no han sido suficientes como para modificar la asignación de los recursos en el camino correcto. Tenemos que ser mucho más concretos y explícitos y es lo que han pedido todos los sectores, porque el anunciar eso puede ser una política, pero en la práctica, en lo concreto, hoy día no hay mayor oferta de nuevos proyectos energéticos importantes, lo que están muy entrampados y otros han pasado a la justicia.
Pero no tan largos como están siendo hoy día, tenemos que enfrentar eso.
-Pero fíjese usted que nosotros pertenecemos a la Ocde. y en los países europeos las Energías Renovables No Convencionales (Ernc) las han desarrollado en forma muy acelerada y tienen plazos bastante cortos para llegar a porcentajes importantes. Pero para eso hay que poner los incentivos correctos y descartar inseguridades en la inversión y que los consumidores tengan que pagar altos costos y para eso hay que modificar la forma cómo está hoy día la ley eléctrica, como funciona el Cdec y legislar específicamente para el uso de estas energías.