Bastante más lento, desvalorización de propiedades, trámites detenidos en reparticiones públicas y preocupación es lo que ronda en algunos sectores del rubro inmobiliario a raíz de estallido social de hace casi un mes. Lo único positivo es que como este mercado está contraído, quienes se acercan a los proyectos lo hacen con el interés de cerrar el negocio y no a vitrinear.
Sandra Jerez, gerenta comercial y fundadora de Capital Inteligente Chile, comentó que esta situación ha afectado a todos, tanto al comprador como al inversor, aunque hay una parte que ha pedido esperar un poco sin descartar la opción de adquirir algo, pues con un escenario de tanta incertidumbre, donde no hay nada definido, es necesario tomar resguardos.
En todo caso, dijo que se han cerrado algunos acuerdos, porque se venía con un inercia de clientes que estaban en proceso. "Tuvimos solo un caso de un cliente que se retractó, pese a que es algo normal, pero cuando se trata de inversionistas, el porcentaje de que se retiren en muy bajo. Claro, se entiende, no hay problema. Eso sí, los nuevos negocios están lentos pero avanzando, con reservas. Pasa algo muy extraño, porque hay personas que pareciera que lo que está pasando no les importa, pese a que hay un gran número que está a la espera", comentó.
A pesar de todo, la ejecutiva dijo que las tasas para créditos hipotecarios siguen a la baja y muchos están aprovechando ese escenario al igual que la renegociación, donde el problema está en el colapso de los bancos por este refinanciamiento, que se suma a que la banca está operando a media máquina.
ALEJADOS
broker
"Muchas personas después de todo este movimiento social querrán vivir en lugares alejados de las posibles revueltas y puntos de reunión reiterados, en sectores que sean seguros para ellos y sus bienes, con buena conectividad para desarrollar sus actividades laborales y comerciales y por supuesto con los servicios básicos cercanos", hizo ver.
En Concepción, dijo que el registro de destrozos y saqueos es bastante alto y han sido muchas las pymes, locales comerciales, farmacias, bancos, grandes empresas, edificaciones gubernamentales, dependencias municipales y hasta capillas que han caído en manos de los encapuchados, concentrándose mayormente los daños en el centro.
En consecuencia, apreció que el comercio y el turismo en la Región se han visto fuertemente afectados por el estallido social, en el caso del turismo, con una cancelación hotelera que bordea entre el 40% y el 60%, seguramente estos sectores tendrán que ajustar sus estructuras comerciales y su fuerza laboral a corto plazo para salir adelante.
La repercusión en el mercado inmobiliario de este estallido social y la contracción económica que mostrará el comercio en general, debiera visualizarse claramente a fines de este mes. "Los bienes como oficinas, locales comerciales, casas y departamentos deberían sufrir una baja en sus precios de entre un 30% y 40%, en que los más afectados serán los ubicados en las zonas de convocatoria o zona cero. Esta pérdida de plusvalía, sostuvo, afectará por tanto el patrimonio de los propietarios, pero beneficiará seguramente a los inversionistas. "Es importante visualizar que en otros puntos de nuestra Región, donde los efectos de las movilizaciones sociales no perturban su normal funcionamiento, subirán su demanda, por lo que sus precios de venta y arriendos se verán afectados al alza por esta alta demanda", proyectó.
En cuanto a los proyectos inmobiliarios que están en ejecución, cree que éstos no deberían detenerse, pero probablemente si a los que aún se encuentran en la etapa de escritorio y definición final de inversionistas quienes podrían poner freno al no tener certeza de lo que se proyecta hacia el futuro.
MENOS VISITAS
Mientras que Jorge Guardia, gerente general de la inmobiliaria Pocuro en Biobío, dijo que el sector se ha visto afectado, porque va mucho menos gente a ver las salas de venta, pues la preocupación es otra, la gente intenta no salir y prefiere posponer la opción.
"Las visitas han bajado casi a la mitad. En un día normal o fin de semana la presencia en los pilotos es de unas 8 a 10 personas o familias que llegaban a consultar y ahora son 4 o 5. Ahora, lo bueno es que quien va está muy interesado. Por lo mismo, tratamos de atenderlas lo mejor posible y cerrar el negocio", comentó.
Respecto a la construcción misma, el ejecutivo reconoció que se han producido ciertos atrasos, pero los trabajadores son esforzados y llegan a su obra pese a las dificultades existentes. Esto se refleja que la asistencia dentro de este periodo ha sido sobre el 95%, salvo para el paro nacional del martes 12, donde la movilización fue baja, llegó la mitad de la gente.
Aún así, dijo que todo esto influye en las fechas de entrega de las iniciativas, pues se trata de algo que no está tan cuantificado, ya que siempre hay holguras. "Puede que tengamos obras para entrega en diciembre, pero como pasó todo esto, eso no será posible y sería en enero, siempre y cuando esto se decante", planteó.
Actualmente, la firma tiene en ejecución cinco proyectos, equivalente a unas 600 unidades, entre casas y departamentos. Estos no se han vistos afectados por la falta de materiales o insumos, pues llegan directos a las obras.