El jefe de la Unidad Cambio Climático y Servicios Ambientales de Conaf, José Antonio Prado, criticó un estudio que ha hecho circular por las redes sociales el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2) de la Universidad de Chile, que sostiene que la disponibilidad de agua disminuirá en un 45%, lo que a juicio del personero, no tiene ningún asidero científico.
Las declaraciones fueron emitidas tras el seminario Forestación y Cambio Climático: los desafíos de Chile en la antesala de la COP 25, realizado en Concepción.
El ejecutivo de Conaf advierte que en ese mismo estudio, realizado por una institución seria de la Universidad de Chile como es el CR2, se plantea que como la Contribución Nacional Determinada (CND)- que es el compromiso que adquirió Chile frente a la Convención de Cambio Climático en el marco del acuerdo de París y donde, al igual que otros países, propuso acciones de forestación y de manejo de bosques, el CR2 hace un estudio señalando que cada 10 mil hectáreas de plantaciones, la disponibilidad de agua se reduce 4,5% y dice que como son 100 mil hectáreas la disponibilidad de agua disminuirá en 45% "y eso científicamente no tiene ningún sustento".
Prado agrega que "ellos hablan de la región centro-sur de Chile, un área que tiene 25 millones de hectáreas y si yo planto 100 mil hectáreas con pino se va a acabar el 50% del agua en toda esta región. Eso no tiene sentido. Hoy en ese mismo territorio hoy tenemos 2,5 millones de hectáreas y el agua no se ha reducido en un 50%".
visión tergiversada
"Lo que digo -afirma- es que ellos están manipulando datos y publicándolos a la comunidad creando una visión completamente tergiversada de lo que son las plantaciones forestales. Yo soy ingeniero forestal y súper defensor el bosque nativo, pero eso no quiere decir que voy a inventar cosas en contra de las plantaciones. Es una lástima que este debate tan importante para el país se esté degradando a ese nivel".
Según José Antonio Prado, como país tenemos un desafío muy importante lo que significa ir hacia la carbono neutralidad que en términos simples es vivir en un ambiente menos contaminado y con mejor calidad de vida para las futuras generaciones y para quienes este es un partido en dos tiempos; el primero tiene que ver con reducir las emisiones y tener energías más limpias y el otro, crecer en la superficie forestal para que esas emisiones las transformemos en oxígeno.
Al respecto, Juan José Ugarte, presidente de Corporación de la Madera (Corma), agrega que existen terrenos disponibles y las capacidades de generar un nuevo patrimonio forestal en Chile en una relación de equilibrio entre bosque nativo y plantaciones, que permitan generar servicios ambientales, capacidad productiva, empleo y desarrollo en las regiones.
"Actualmente, tenemos 3 millones de hectáreas de suelos con aptitud forestal que alguna vez tuvieron cobertura vegetacional y que hoy están en proceso de erosión, lo que significa que la capa vegetal de los suelos termina en los ríos y finalmente en el mar y quedan como terrenos inertes sin poder contener ningún otro tipo de vegetación", señala Ugarte.
meta incumplible
El dirigente gremial, reitera que Chile colocó como meta 100 mil hectáreas en las últimas COP mundiales, pero en la realidad solo se podrán forestar unas 14 mil de las 100 mil comprometidas y ya 100 mil de tres millones representaban el 3,0% del desafío. "Es decir, ni siquiera vamos a poder cumplir ese 3%".
En cuanto a bosque nativo, precisa que se puede hacer una manejo ecológico, sostenible, porque cuando un bosque nativo pasa los 60 años y entra en un estado de madurez se produce un mismo porcentaje de emisión y de captura de CO2, por que entra en un estado de latencia.
"Un bosque requiere de manejo bajo estándares ecológicos muy rigurosos. Hay 4,5 millones de hectáreas de renovales de bosque nativo en esa aptitud y la meta de Chile fue de 100 mil, menos del 2% de lo que tenemos que hacernos cargo como país y de poder aumentar la ambición climática en atender y manejar ese bosque y al mismo tiempo, ampliar la superficie forestal es lo que tenemos que colocar como meta de NDC al año 2030, para avanzar en la trayectoria de la carbono neutralidad al año 2050, año en que Chile debiera hacerse cargo de 2 millones de hectáreas de forestación nativo, árboles que tengan fines productivos, que presten servicios ambientales, plantaciones en una combinación de especies, es decir, el árbol adecuado, en la región adecuada y en manos adecuadas, con una combinación armónica de especies de acuerdo al clima y a los intereses de los pequeños y medianos propietarios que recibirían bonificaciones e incentivos para forestar, precisó el experto. Y, por otro lado, tenemos que hacernos cargo de, al menos, la mitad de ese desafío de los 4 millones de hectáreas de bosque nativo, porque necesitamos un bosque nativo vigoroso, que preste servicios ambientales y que genere y enriquezca la biodiversidad que tenemos hoy en el país, agrega Ugarte.
El volumen de CO2 que se captura se repite y se acentúa en bosques jóvenes, los bosques adultos son muy buenas "bodegas de CO2" y lo dejan dentro de su materia. En una mesa de madera, por ejemplo, el carbono secuestrado es la mitad de ese material, por lo que retira el CO2 del ambiente. Los 12 primeros años de un árbol son donde más CO2 se captura, por lo tanto, esta es una tarea que empieza mañana. "No podemos hacernos cargo del 1% del problema tenemos que hacernos cargo del 100% del problema".