Cerca de 300 personas -pertenecientes a 12 comunidades pehuenches de las comunas de Alto Biobío y Santa Bárbara- se apostaron ayer frente a la Seremi de Obras Públicas en Concepción para manifestar su descontento respecto a los tres remates de aprovechamiento no consuntivo de aguas superficiales y corrientes del río Queuco y los esteros Llauquereo y Vuelta Larga.
Estas subastas fueron solicitadas por 10 oferentes con el objeto de hacer un uso no extractivo del recurso, es decir, utilizarlo de tal manera que el agua pueda volver a su cause con la misma cantidad y calidad (como ocurre, por ejemplo, con los proyectos hidroeléctricos), y no para consumo.
Registros de la Dirección General de Aguas muestran que estas solicitudes fueron presentadas por siete empresas privadas y tres personas naturales a partir de 2011.
La reunión
Por casi tres horas estuvieron reunidos en el sexto piso de la Seremi el secretario ministerial, el director regional de Aguas, Víctor Romero, los alcaldes de Alto Biobío y Santa Bárbara, lonkos y representantes sociales de las comunidades involucradas. Todos esperaban la llegada de los interesados que, finalmente, no aparecieron.
Debido a esto, afirmaron desde el MOP, el primer y segundo remate, relacionados con el estero Llauquereo (Santa Bárbara) y al río Queuco (Alto Biobío), respectivamente, tuvieron que ser declarados desiertos. Agregaron que desde el año pasado a la fecha se han realizado 38 remates, todos declarados desiertos.
La subasta del estero Vuelta Larga se suspendió. Desde Obras Públicas indicaron que se tomó esta decisión por el recurso de protección con orden de no innovar que el equipo del senador Alejandro Navarro presentó la mañana de ayer ante la Corte de Apelaciones de Concepción.
En contraste a esta versión, el abogado Guillermo Rioseco, quien presentó la acción judicial, aseguró que la orden de no innovar se declaró luego de que ellos presentaran el recurso de protección sobre al río Queuco, por lo que la suspensión correspondería a este remate y no al del estero Vuelta Larga.
Reacciones
Mientras los cerca de 300 manifestantes que esperaban en el frontis de la Intendencia gritaban consignas en contra del Gobierno, arriba, en el sexto piso, el alcalde de Alto Biobío, Nivaldo Piñaleo, expresaba su alegría.
"Hoy me siento orgulloso y feliz porque no hay remate (...) y aunque se adjudicaran el agua tampoco los íbamos a dejar trabajar, ya que el agua está para dar un equilibrio natural al territorio y no podemos abusar de todas las riquezas de las naturaleza", afirmó la autoridad.
En tanto, el alcalde de Santa Bárbara, Daniel Salamanca, dijo que, independiente de si se trata de un uso no consuntivo, igualmente hay que poner atención a este tipo de remates.
"Cuando se habla de que se van a tomar tantos litros de agua aquí y se devolverán tantos litros allá, al final nunca resulta ser así y, obviamente, con ello se produce un desmedro en el tema de agua dulce para las comunidades que hoy se están secando", enfatizó.
Por eso agregó que es necesario avanzar en el proyecto de ley que modifica el actual Código de Aguas. Actualmente, la iniciativa de reforma -que fue ingresada en 2011- se encuentra en su segundo trámite constitucional.