Al menos seis personas han fallecido en sureste de España por lluvias torrenciales
Las intensas lluvias que han afectado al sureste de España desde el jueves ayer cobraron dos vidas más a causa de las inundaciones, elevando a seis las víctimas fatales, dijeron las autoridades de ese país.
Los rescatistas de emergencia salvaron a miles de personas durante la tormenta que azotó esta semana las regiones costeras del Mediterráneo, en Valencia, Murcia y el este de Andalucía. Las autoridades locales dijeron que algunos pueblos y ciudades reportaron la lluvia más fuerte registrada, señaló Associated Press. El aguacero forzó el cierre de aeropuertos en Almería y Murcia, así como líneas de trenes interurbanos, carreteras principales y escuelas.
Una sexta víctima fue confirmada por las autoridades ayer: un hombre de 41 años en la ciudad de Orihuela, donde el río Segura se desbordó el viernes. Aquella noche, otro hombre de 58 años fue arrastrado por las aguas en el pueblo de Redovan.
El Primer Ministro interino, Pedro Sánchez, sobrevoló las áreas afectadas y escribió en Twitter: "Lamentamos profundamente la noticia de una nueva víctima en Orihuela. Toda mi calidez y solidaridad con las personas afectadas por las fuertes lluvias. Juntos, desplegaremos todos nuestros recursos y ayuda para ayudar a la población y devolver a la normalidad".
Las tormentas en esta área son un fenómeno meteorológico anual, pero han sido particularmente feroces este otoño (en el hemisferio norte), convirtiendo los campos en lagos y caminos en ríos de lodo que barren todo. La lluvia cesó un poco ayer después de inundar la región durante dos días, mientras que el servicio meteorológico de España disminuyó la alerta desde "peligro extremo" a "en riesgo", a medida que la tormenta avanzaba hacia el centro del país.
Algunos habitantes de la zona debieron ser rescatados en helicóptero desde los tejados de los edificios. Cuatro personas quedaron varadas encima de los automóviles en un túnel inundado, hasta que llegó la ayuda en bote y moto acuática. Otras 60 personas fueron sacadas de las aguas en un campamento que estaba completamente rodeado de agua. La policía y los trabajadores de emergencia que respondieron a los llamados de ayuda fueron respaldados ayer por 1.000 soldados.