Disminución de la jornada laboral: una batalla legislativa
La esencia de cualquier proyecto es establecer con total claridad su propósito u objetivo final. Sin la definición de un propósito, cualquier proyecto, incluso los legislativos, están destinados al fracaso.
Hemos sido testigos de una pugna entre el Gobierno y la Diputada Camila Vallejo, en torno a la disminución de la jornada laboral, con acciones y reacciones, decoradas con indicaciones y urgencias legislativas de última hora, en una incesante disputa por anotarse la autoría intelectual del proyecto.
Sin embargo, esta polémica legislativa encubre un debate profundo respecto al real propósito de la medida. Como país es un imperativo mejorar la calidad de vida de nuestros trabajadores, agobiados por condiciones de trabajo y remuneración que no son las deseables, pero al mismo tiempo, garantizar productividad y crecimiento empresarial como foco de progreso.
En rigor, no solo se trata de 4 o 5 horas menos de trabajo a la semana sino más bien de una cosmovisión socio - económica de nuestro país. Establecido este punto, resulta evidente que el proyecto de la Diputada Vallejos ya aprobado por la Comisión de Trabajo y en espera de la votación en la Cámara de Diputados propone una estructura de rebaja directa y general de 5 horas semanales de trabajo, con aplicación gradual de 3 años para las pymes.
Sin embargo, este proyecto se ve amenazado por un posible recurso ante el Tribunal Constitucional, dado que el oficialismo ha indicado que esta clase de propuestas es de exclusiva iniciativa presidencial. Asimismo, se ha anunciado incluso un posible veto presidencial.
Del otro lado, el Gobierno patrocina una iniciativa basada en 41 horas promedio con flexibilidad laboral acompañada de una extensa gradualidad de 8 años en su aplicación. Estas posturas develan que no hemos tenido la capacidad de consensuar intereses y que aún analizamos en Chile las soluciones legislativas desde una mirada binaria.
Lo esperable es que la discusión en Sala eleve el debate y aborde una revisión de los efectos primarios y secundarios del proyecto. Como país existe una evidente necesidad de mejorar las condiciones de trabajo especialmente cuando la remuneración promedio no supera los $450.000 mensuales, pero al mismo tiempo es un imperativo entender que el mercado laboral se ha hecho más competitivo, con incremento de trabajo juvenil y femenino, sumado a la arremetida laboral migratoria, la automatización, robotización y el creciente uso de tecnologías, todo lo cual hace indispensable construir un marco regulatorio laboral moderno bajo el prisma de una "flexibilidad regulada", donde se garantice que la flexibilización mejorará la calidad de vida del trabajador y entregará a los empresarios herramientas efectivas para potenciar la productividad de las empresas.
socio fundador de Goldsmith & Cía Abogados.