Proyecto universitario usa al plátano para crear bioplástico
Crear bioplástico a partir de cáscara de plátanos fue la innovadora idea que un grupo de universitarios propuso con el fin de mitigar el impacto que ha tenido, en el medio ambiente, la utilización del plástico. El proyecto fue parte del curso Introducción a la Química Ambiental, ramo de la malla curricular del primer año de la carrera de Química Ambiental de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc).
Tras un periodo de desarrollo, basado en el método científico, de investigación bibliográfica y también experimental en el laboratorio, como resultado los alumnos generaron un prototipo, comenta Camila Gutiérrez, estudiante de primer año de Química Ambiental. Pero, ¿cómo surgió la idea? Lo primero que menciona es el gran consumo que existe en Chile del plátano, cuya cáscara es de alto valor como abono para compost y gran potencial como materia prima para crear bioplástico.
Respecto al proceso, la joven detalla que se usaron plátanos maduros, que contienen 70% más almidón que a los que no están maduros, y fue el almidón lo que se les extrajo. "Primero los lavamos, cortamos y dejamos solo la cáscara. Luego, los sumergimos en jugo de naranja para evitar su oxidación. Después, lo que está dentro de la cáscara se raspa. Esa es nuestra materia prima", precisa Gutiérrez. Posteriormente, esto pasa a un liofilizador, equipo que congela el material y lo seca, para luego continuar con la mezcla de la pasta con agua a la que se añade glicerina y vinagre de uva o manzana, hasta obtener el bioplástico, que, destaca, por esos ingredientes, "el tiempo de degradación es menor al de un plástico común y el impacto luego de su vida útil no será tan nocivo".
Agrega que el futuro del proyecto es utilizar esta materia prima para la creación de bolsas que sirvan para lentejas, porotos o tallarines y así reducir el impacto del plástico.
El prototipo es definido por Gutiérrez como un primer acercamiento que esperan ir desarrollando a medida que avancen en la carrera. "A futuro queremos investigar qué podríamos añadir a nuestra fórmula del bioplástico para que sea más resistente, pero a la vez que no sea contaminante", dice.
MOTIVAR A INNOVAR
El resultado obtenido por el proyecto y trabajo de los estudiantes es valorado por Elizabeth González, docente encargada del curso en el que se dio forma y vida a la idea y a múltiples otras; todas relacionadas con el reciclaje y cuidado del medio ambiente, pero el principal énfasis y logro de esta asignatura e iniciativa, para la profesional, está en la importancia de motivar a los jóvenes a innovar y emprender desde las etapas iniciales de su formación. En este sentido, González plantea que "la idea es implantar en ellos la inquietud de que son capaces de buscar algo nuevo y que, ojalá, después sea el trampolín para postular a un proyecto", pues en su opinión sería ideal que estas iniciativas tengan continuidad, para que cada vez se desarrollen y mejoren más.