Falleció Riola Castro, un clásico de Quinchamalí
"Lamentamos profundamente la partida de Riola. Su vida estuvo dedicada a la transmisión y salvaguardia de una tradición ancestral, que ha representado a Chile en el mundo. En su memoria, seguiremos trabajando para que la alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca sea ingresada a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco".
Las palabras de Consuelo Valdés, ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, evidencian la trascendencia que alcanzó Riola Castro, la alfarera activa más longeva de Quinchamalí, que dejó de existir el lunes a los 89 años.
"De ellos 75 los dedicó a trabajar en la greda. Para ella, una labor con la que mantener a su familia; para el mundo, la lucha diaria por la salvaguardia de una práctica ancestral transmitida de generación en generación, a través del linaje femenino", expresaron fuentes cercanas a la artesana, que estuvo activa en su oficio hasta unos meses antes de su muerte.
MANTENER UN LEGADO
Riola Castro aprendió a trabajar la greda con Práxedes Caro, otro referente de la artesanía chilena, y luego le enseñó a su hija Teorinda Serón, reconocida como Tesoro Humano Vivo de Chile por el Ministerio de las Culturas. "Ella dio mucho por la alfarería de Quinchamalí y espero que la recuerden como una de las artesanas que dio a conocer nuestra artesanía al mundo", resumió su hija.
También cercana a la familia y amiga de Riola Castro, la Premio Nacional de Ciencias Sociales y antropóloga, Sonia Montecino, la destacó como una de las últimas alfareras de la generación, que desde el siglo pasado mantuvo viva la transmisión de la loza negra. "Una expresión del mestizaje cultural de la zona central. Las nuevas generaciones de alfareras, así como su hija se han nutrido de esa herencia y sus acervos", dijo la asesora del equipo de seguimiento del expediente de Quinchamalí a la Unesco, sumándose al pesar por este triste momento en la comunidad local.