El Juzgado de Letras del Trabajo de Concepción condenó a una empresa de transporte de carga y pasajeros a pagar $23 millones de indemnización, por concepto de daño moral, a un chofer que sufrió amputación de dedos, en noviembre de 2017, en la comuna de Quillón.
El magistrado Gonzalo Díaz mencionó en su fallo que se estableció la responsabilidad de los demandados en el accidente laboral, por no entregar capacitación a los trabajadores ni implementar las medidas de seguridad.
Uno de los insumos utilizados por el juez es la resolución emitida por la Achs, que establece como causa del accidente la incompleta y deficiente capacitación entregada a los trabajadores. Además, en su informe concluyó que el episodio se debió a un "incompleto proceso de inducción respecto a la internalización de los procedimientos y prohibiciones establecidas en la organización".
"Fue precisamente el incumplimiento de la obligación que pesa sobre las demandadas de proteger eficazmente la vida y la salud de los trabajadores la causante del accidente del que fuera víctima el actor; pues en este caso, no se hicieron los chequeos ni revisiones correspondientes a las medidas de seguridad que el propio vehículo tenía, existiendo -en consecuencia- una directa relación de causalidad entre el incumplimiento de la obligación de protección y el resultado lesivo, el que se tradujo en el accidente sufrido por el actor", sostuvo en el fallo.
Además, consideró el daño que generará en el trabajador el tener que vivir con el daño en su mano producto de este incidente.
El Accidente
El chofer llegó a trabajar a la empresa de buses el 24 de mayo de 2017. El accidente se registró el 21 de noviembre de ese mismo año, cuando Héctor Ulloa revisaba los niveles y correas del bus que manejaba. Esto ocurrió en Quillón.
En esta revisión, Ulloa se dio cuenta que una de las correas del motor estaba un poco suelta, por lo que trató de arreglarla. Comenzó a revisar las otras correas cuando sorpresivamente, su colega echó a andar el motor del bus.
Aunque sacó el brazo, el demandante sufrió la amputación del pulgar derecho y otros dos dedos, uno con fractura expuesta y el otro con pérdida de primera falange.
Primeramente fue atendido en Quillón y luego fue trasladado a Concepción, donde se le restauraron el dedo medio, el pulgar y el anular. Quedó internado en el Hospital Clínico del Sur, donde fue dado de alta seis días después.
Actualmente, el trabajador está con tratamiento médico y siquiátrico por depresión postraumática.
Falta de revisión
El magistrado determinó que la empresa incumplió su obligación de proteger la vida y salud del trabajador y que no se hicieron los chequeos al vehículo que conducía.
Tratamiento
El trabajador fue sometido a una cirugía para reconstituir sus dedos dañados. Actualmente está en terapia siquiátrica por el impacto de su accidente.