La búsqueda de materias primas críticas para la sociedad
No es mayor novedad decir que nuestro país basa su economía en la explotación de sus recursos naturales. De ellos el sector minero cuprífero continúa siendo el principal motor económico durante las últimas tres décadas y, de acuerdo a un reciente estudio de Cochilco, la proyección esperada de producción de cobre para los próximos diez años muestra un incremento de 28%.
Actualmente nuestro país continúa liderando el ranking mundial de productores de cobre y es altamente probable que seguiremos ostentando el primer lugar durante los próximos años. Sin embargo, es importante señalar que durante la última década las denominadas economías avanzadas han determinado una serie de materiales, principalmente minerales que son escasos y de abastecimiento riesgoso y que son estratégicamente relevantes para el desarrollo de cada país.
Una de estas listas proviene de la Unión Europea, que cataloga a varios minerales como materias primas críticas por ser fundamentales para el crecimiento y la generación de empleo. Dada esta creciente preocupación por garantizar la seguridad de suministro de materias primas, en el año 2011 se generó la primera lista que se actualiza cada tres años. Dentro de las 26 materias primas críticas fundamentales descritas durante el año 2017, no se encuentra el cobre, pero destacan elementos como las tierras raras y otros elementos minerales que han encontrados en menor o mayor grado en nuestro país.
Cabe destacar que, en nuestra región, existe un proyecto de explotación de tierras raras, elementos que presentan una alta demanda dado su uso intensivo en nuevas tecnologías modernas incluyendo las industrias de las energías renovables, automotora y química fina. En este sentido existen una serie de esfuerzos internacionales por identificar nuevas fuentes de suministro, debido a que China, el mayor productor de tierras raras, ha limitado la exportación, generando preocupaciones por los mercados internacionales tecnológicos.
Otro elemento mineral que se describe como materia crítica fundamental es el cobalto, cuya demanda podría crecer un 20% para el 2020 impulsado por el negocio de las baterías de ion-litio y por el desarrollo de la electromovilidad. Otro factor que explica la búsqueda de nuevas fuentes de cobalto es la situación que existe en la República del Congo, que presenta el 60% de las reservas mundiales, sin embargo, se reporta que la mitad de la producción proviene de actividades que bordean la precariedad, enfrentando una serie de graves denuncias internacionales a tal punto que grandes compañías tecnológicas han sido cuestionadas debido a que sus productos finales incorporan cobalto extraído en base actividades asociadas a explotación infantil.
En este escenario, nuestro país podría convertirse en un actor clave de este creciente mercado dadas las reservas presentes en las zonas de Coquimbo y Atacama. Esto se suma a la creciente preocupación de los países desarrollados, donde las iniciativas de investigación y desarrollo que impulsan la utilización correcta de los recursos y que promuevan el reciclaje de materias críticas son financiados por el programa Horizonte 2020, principal instrumento de la Unión Europea de actividades de investigación durante la presente década. Cabe la paradójica que dentro del portafolio de materia primas minerales existentes en América Latina, se encuentran mayoritariamente elementos no reportados como críticos por las economías avanzadas.
investigador Fac. de Ing. y
Tecnología, USS