Docentes y su aporte a la convivencia escolar
Entre 2017 y 2018 hubo un aumento del 40% en denuncias de maltrato físico y psicológico dentro de establecimientos educacionales públicos y privados en Chile, resultado que nos hace pensar que aulas y espacios educativos se han convertido en lugares desprotegidos para niños y niñas.
En el Mes de la Convivencia Escolar, el Ministerio de Educación invita a los establecimientos a celebrar este día, con el objetivo de promover los procesos de enseñanza y fortalecer el desarrollo de los ámbitos sociales y personales de la comunidad educativa.
Los docentes, aquellos que están en contacto directo con los niños y las niñas en jornadas de ocho horas o más, son los actores principales en el mejoramiento de la convivencia escolar. Asimismo, los adultos responsables de detectar actitudes negativas entre compañeros, y quienes tienen la capacidad de sancionar de manera responsable estos actos. Es importante entonces que los profesionales de la educación adquieran, en su formación, habilidades y herramientas de gestión socioemocional. Sobre todo si en Chile ya existe una brecha y un desafío en los espacios educativos por falta de formación y foco en la educación socioemocional de los docentes, y por ende en la de los estudiantes; en nuestra región estos temas están lejos de ser gestionados desde la acción o capacitación de los cuerpos de profesores.
La convivencia escolar busca establecer el cómo los estudiantes, padres, apoderados y autoridades desean que sea el entorno educativo, con el objetivo de generar un ambiente grato. De cierta forma también busca establecer medidas preventivas para evitar conductas negativas entre alumnos.
En Fundación Fútbol Más, nos insertamos en barrios y escuelas en contextos vulnerables y, a través del deporte, el fútbol y el juego, trabajamos con niños y niñas valores y habilidades como el respeto, la autoeficacia, el trabajo en equipo, entre otros, que les sirvan en diferentes ámbitos de su vida. Estas herramientas que son necesarias para, por ejemplo, enfrentar problemáticas como el bullying o la violencia escolar, pueden impactar en la convivencia desde la práctica del deporte o la educación física.
La invitación esa buscar herramientas y programas que ayuden a mejorar estos espacios de convivencia, sin importar el área curricular en el que estén insertos.
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