Conocida como la "pastilla del día después", la píldora de anticoncepción de emergencia (PAE) ha causado controversias tan grandes que no le hacen juicio a su tamaño ni su real efecto.
Así, este método de ingesta oral femenina, cuyo principio activo es el levonorgestrel, que recientemente cumplió una década desde la reinserción de su distribución en Chile tiene un nivel de administración relativamente bajo aquí en relación a las otras naciones latinoamericanas, pese a que su distribución y uso están regulados por la ley 20.418 de 2010 que establece que toda persona tiene derecho a elegir libremente los métodos de regulación de la fertilidad que estén autorizados y puedan acceder efectivamente a ellos, y por un decreto del Instituto de Salud Pública.
En opinión del médico ginecólogo Guillermo Galán, presidente de Miles Chile, lo anterior se debe a que existe una parte de la población que no obtiene la píldora por falta de información y otra porque tiene pensamientos erróneos en relación a su efecto, principalmente que es abortiva. Un síntoma evidente de ello puede ser que en el país aún existe 8,3% de municipios que no entrega la PAE en los servicios de salud pública correspondientes, según el "Segundo Informe sobre salud sexual, salud reproductiva y derechos humanos 2017-2018" de Miles Chile.
Por eso, desde la perspectiva del profesional es trascendental derribar los mitos que giran en torno a este fármaco y considerando la principal y más equivocada creencia sobre la "pastilla del día después", la primera verdad que recalca es que en ningún caso es abortiva. Al respecto, explica que la evidencia científica demuestra que es un método que inhibe la ovulación al impedir la unión del espermio con el óvulo, por lo que evita una gestación, pero nunca actúa sobre un embarazo que se ha iniciado.
Lo anterior es confirmado por la matrona Ana María Arriagada, magíster en Salud Reproductiva y docente de la carrera de Obstetricia en la Universidad San Sebastián de Concepción, donde una de las clases que imparte es la de Regulación de la Fecundidad. Con 21 años de experiencia, dedicó gran parte al trabajo en la atención primaria en salud y le correspondió, hace una década, iniciar la entrega de la PAE, respecto a la que aclara que "el levonorgestrel es un progestágeno y lo que hace es inhibir la ovulación cuando la mujer no ha ovulado. Si ya ovuló, no hay nada que hacer: el embarazo ocurre igual".
De hecho, entre los estudios que se han hecho a esta píldora, resalta que "cuando se daba posterior a la ovulación no provocaba aborto, que era la principal contradicción que se tenía en un principio".
SUS EFECTOS
Tras desmitificar su supuesta acción abortiva, es importante profundizar en otros aspectos vinculados a la PAE y su uso.
En este sentido, la matrona explica que el levonorgestrel que se da en Chile viene en formatos de dos dosis o de una, pero que en ambas es la misma cantidad del principio activo: 1,5 miligramos. Pero es la toma de la dosis única la más "novedosa" e incluso la Organización Mundial de la Salud la respaldó, en 2005, como más eficaz y segura para evitar el embarazo en comparación a las dos píldoras de la primera presentación.
"Esta anticoncepción de emergencia se puede dar hasta cinco días después de haber tenido relaciones sexuales sin protección o en la que haya fallado el método, que generalmente son los de barrera (preservativo). Pero, lo ideal es ingerirla lo antes posible después de la relación sexual", afirma Ana María Arriagada, pues las indicaciones son muy claras sobre el mejor momento de la toma: precisa que se sabe que tiene efecto hasta las 72 horas después de la relación sexual "de riesgo" y que podría extenderse hasta las 120, pero siempre disminuyendo su potencial efecto.
Desde allí, la especialista en Salud Reproductiva se detiene en que se debe tener claro que no es un método anticonceptivo. "Tal como su nombre lo indica es anticoncepción de emergencia. No es algo que se deba utilizar todos los meses como los anticonceptivos hormonales orales, que se toman todos los días. No puede hacerse de esa manera, porque la ingesta de la PAE causa un desajuste hormonal. Por tanto, si pasa que una mujer la toma dos meses seguidos, es probable que tras la primera ingesta se provoque una ovulación más temprana y entonces la segunda no va a tener efecto", comenta.
La razón de lo anterior tiene que ver con esta píldora tiene una carga hormonal alta y su ingesta altera el ciclo menstrual. Por lo mismo, su administración se asocia a síntomas similares a los primeros meses de embarazo como náuseas, mareos y vómitos; lo que no significa que tuvo el efecto de inhibir la ovulación y por tanto evitó un embarazo. Sobre esto, Arriagada aclara que "se supone que si la mujer la ingiere antes de la ovulación, la menstruación debería llegar en el periodo que correspondía o adelantarse un par de días. Si no es así, debe hacerse un test de embarazo para confirmar".
EDUCAR
Por lo expuesto, la matrona releva lo primordial que es la educación al entregar la PAE, donde se enseñan los aspectos planteados sobre su uso adecuado y también de lo importante que es que la mujer acuda a la matrona o ginecólogo al iniciar la menstruación para que comience el método anticonceptivo que sea mejor para ella y que también sea constante y ordenada con su administración.
También es clave educar a la población sobre la PAE y la salud sexual y reproductiva en general; puntos desde los que destaca que la mujer que inicia y mantiene una vida sexual y no quiere un embarazo debe ser responsable con la anticoncepción, pero que es algo que no solo está en sus manos. "La regulación de la fecundidad involucra a la pareja, ojalá los dos pudieran determinar cuál es el mejor método y sea una responsabilidad compartida", asevera. Una actitud empoderada y consciente que también es clave para evitar riesgos como las enfermedades de transmisión sexual.