Colapso de estructuras acelera trabajos para demoler 6 edificios en Michaihue
Un estruendo cerca de las 22.30 horas de la noche del miércoles advirtió a los vecinos de Michaihue, en San Pedro de la Paz, que algo había pasado en el sector. Algunos dicen que se sintió como un terremoto, otros que se levantó tanto polvo que daba la sensación de que un tornado había pasado por el lugar, pero no tuvieron certeza de lo ocurrido sino hasta la mañana de ayer, cuando al salir de sus casas, vieron que uno de los llamados bloques de lata se encontraba en el suelo.
"La noche anterior mi marido me había dicho que esto iba a pasar, se veía venir. Acá se escuchan los martillazos y las sierras todo el día, es gente que viene a sacar materiales para vender. Antes vivían acá, pero estos edificios están tan malos que ahora sólo sirven para desarmarlos", dijo Doris Ruminot, vecina del lugar.
Ayer, tras el derrumbe de uno de los bloques, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristian Monckeberg, confirmó que ya cuentan con los fondos para iniciar la demolición de una parte del total de bloques dañados, aunque no detalló la cifra.
El secretario de Estado precisó que de las 15 torres que componen el proyecto, "seis de ellas se van a demoler ya porque formaban parte de la planificación. Cuando digo ya, es la semana que viene. Lamentablemente ocurrió la noticia en tiempo intermedio, pero ya veníamos trabajando en esto. Queremos dar una señal clara de que allí no se puede habitar, queremos seguir conversando con las familias que ocuparon esos lugares de manera ilegal para poder buscar una solución con ellas, pero la demolición es inminente", dijo.
Los edificios del complejo habitacional Michaihue 2000, también conocidos como bloques de lata, son parte de las soluciones que entregó el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) en el año 2000 para familias de escasos recursos, pero que a la fecha han sido reubicadas paulatinamente en nuevos proyectos. La última entrega ocurrió algunas semanas atrás, lo que aumentó el número de viviendas habitadas irregularmente.
A LA ESPERA
Ayer a las 11 de la mañana, el alcalde de la comuna, Audito Retamal, visitó el lugar y explicó que la situación "ocurrió posteriormente a la partida de vecinos que se trasladaron a la Villa San Sebastián. Tengo que ser muy claro y muy preciso en decir que esto no es responsabilidad municipal, el terreno donde estamos es del Serviu y las viviendas también. El trabajo del municipio ha sido organizar a las familias para que puedan conseguir viviendas de calidad, pero nosotros no tenemos responsabilidad de lo que está ocurriendo aquí".
La situación de abandono de los edificios ya la había hecho patente el municipio en al menos dos oportunidades, a través de entrevistas con el seremi de Vivienda y Urbanismo, Emilio Armstrong, y también en un informe Alpha entregado a la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), donde advirtieron la situación de peligro que significaban los bloques, requiriendo fondos para acelerar su demolición.
"Nosotros advertimos de la gravedad del problemas con anticipación, lamentablemente se produjo el colapso. Lo importante es que ahora están los recursos y esperamos que en el menor tiempo posible el Serviu licite y entregue a una empresa la demolición de estos edificios", dijo la autoridad comunal.
Monckeberg agregó que los demás edificios serán demolidos durante las próximas semanas, y que continuarán trabajando con las familias que están habitando irregularmente los departamentos para encontrar una solución.
POR NECESIDAD
Tras el derrumbe de la estructura, vecinos del sector llegaron hasta el lugar para desbaratar los últimos vestigios de los departamentos. Algunos con martillos, otros con sierra eléctrica o con los restos de las vigas de madera que ya estaban en el suelo, todos se las ingeniaban para llenar sus carretillas con algún elemento que les podría servir para vender o arreglar sus casas.
Manuel Figueroa fue uno de ellos y explicó que "estoy rescatando material, fierritos para venderlos por kilo. Nosotros estamos conscientes de que esto es peligroso, pero corremos el riesgo, no me atrevo a subirme arriba, pero igual sacamos cosas para vender porque lo hacemos por necesidad".