Autoridades realizan balance de los cortafuegos en la zona
Tras la baja en los incendios forestales que afectaron a la Región del Biobío, los que dejaron más de 8 mil hectáreas consumidas a inicios de febrero, las autoridades realizan un balance sobre los 144 kilómetros de cortafuegos con los que cuenta el Biobío.
La medida, que fue adoptada en varias comunas de la Región, se enfocó en los puntos críticos identificados tanto por la Conaf como por los mismos municipios, para cortar el avance del fuego en dichos sectores.
Juan Carlo Hinojosa, director regional de Conaf señaló que "los cortafuegos en general han sido bastante efectivos. En los lugares en que pudimos construirlos, que fue en puntos críticos identificados previamente, cuando el fuego se acercó, se pudo retrasar el avance de las llamas y que las brigadas pudieran llegar a tiempo y controlar la situación".
Según especificaron desde la Corporación Nacional Forestal, la región cuenta actualmente con 144 kilómetros de cortafuegos en la interfaz, cifra que fue superior a los 94 kilómetros que se tenían previstos inicialmente, cifra que se incrementó en 50 kilómetros para el comienzo de la temporada de incendios.
Para el director regional de Conaf "esto debe entenderse como un complemento dentro de lo que es la preparación, junto a la comunidad, para enfrentar la coyuntura de la temporada de verano, porque es imposible hacer cortafuegos en toda la región, por eso se concentran en los puntos en que realmente se necesitan".
Efectividad
Según se explica en el modelo del triángulo del fuego, que describe los elementos fundamentales para el inicio del fuego que son el calor, comburente y combustible, el cortafuegos elimina este último elemento que da lugar a la reacción.
En relación a la explicación anterior, Hinojosa agregó que "al remover la vegetación y exponer el suelo mineral en una zona de seis a ocho metros, que es como entendemos a un cortafuegos bien hecho, podemos evitar el avance de las llamas y ese es el concepto que hemos trabajado junto a las municipalidades y a los particulares que realizan los suyos propios.
Estos cortafuegos están concentrados principalmente en veinte comunas de la Región del Biobío, que albergan el 80% de los puntos críticos establecidos, que son alrededor de 45, según especificaron desde Conaf.
La Municipalidad de San Pedro de la Paz informó que desde diciembre de 2018 a marzo de 2019 se han construido 13 kilómetros de cortafuegos en la comuna, para el resguardo de 15 mil viviendas y 42 mil habitantes.
En relación a estas medidas para el combate de esta clase de siniestros, Vïctor Betancur, encargado del Departamento de Gestión de Riesgos de la Municipalidad de San Pedro de la Paz, señaló que "esta es una de las principales medidas de mitigación gestionada por nuestro municipio, junto a la colaboración de Conaf en BioBío, para hacer frente a los incendios que afectan a la comuna, principalmente en la temporada estival".
La extensión y elaboración de esta clase de medida paliativa para la contención de incendios forestales, es un trabajo que se viene realizando desde los eventos vividos en 2017, en que se siniestraron más de 587 mil hectáreas en el país, con más de tres mil damnificados y once fallecidos.
Sin verificar
Una de las comunas en que se construyeron los últimos cortafuegos en la temporada fue la comuna de Tomé, que concentró sus recursos en la elaboración de 1300 metros lineales de cortafuegos en los puntos críticos que se establecieron.
Estos fueron construidos en los sectores de Punta de Parra, El Santo, Loma Larga, Frutillares y Cerro Estanque.
Para Sergio Valenzuela, jefe de la Unidad de Protección Civil de Tomé, los cortafuegos "no pudieron ser probados adecuadamente, debido al buen trabajo de los equipos de combate. Esto por la forma de actuar de los equipos de emergencia bajo el concepto de golpe único, que al momento en que se generaba un foco de incendio se desplegaba la mayoría de las unidades, lo que derivó en que no se pudiera testear su efectividad".
Sin embargo, Valenzuela agregó que "de todas formas estamos trabajando en la implementación de al menos siete cortafuegos más en la comuna, como una medida preventiva a los efectos que pueden generar esta clase de desastres, coordinados con Conaf y la Red de Prevención Comunal.
La elaboración de esta clase de medidas se ha realizado principalmente en la Provincia de Concepción, en las comunas de Tomé, San Pedro de la Paz, Santa Juana, Coronel, Concepción y Florida y según detallaron desde Conaf el trabajo se centrará en la mantención de las franjas, que se ven afectadas por el brote de vegetación y la formación de microbasurales, que reducen su efectividad para ralentizar la propagación de los incendios forestales.