Sin avances han pasado los 15 meses desde que la ex fábrica de paños Bellavista Oveja Tomé fue declarada Monumento Histórico en noviembre de 2017. Con claras intenciones de adquirir el inmueble, el alcalde de la comuna, Eduardo Aguilera, confirmó que retomarán las acciones que permitan concretar ese objetivo y así poder reabrir las puertas del edificio que se construyó en 1865.
Sin embargo, aludió a la poca claridad respecto del actual propietario de la fábrica como dificultad para poder ejecutar los proyectos que el municipio tiene en mente para el inmueble.
"Todavía no tenemos claridad de quién es el propietario; el banco dice que es de ellos, después dicen que es Juan Carlos Sabat porque él mantiene el negocio, pero no hay nada claro. Por eso enviamos un oficio a fines de enero al Banco de Chile para que nos aclare quién es el propietario de la fábrica y ver qué podemos hacer", dijo Aguilera.
La idea, explicó, es que "cuando tengamos claridad de quién es el dueño, vamos a hacer los trámites para conseguir que el Gobierno Regional compre la fábrica y la ceda al municipio o, de lo contrario, nos entregue los fondos para poder adquirirla nosotros. Tenemos muchas ideas para ejecutar en ese espacio, pero primero necesitamos que el inmueble se traspase a la municipalidad", explicó Aguilera.
Eso sí, la autoridad no descartó que los actuales propietarios del inmueble puedan estar pensando en darle otra utilidad al espacio, de la que tampoco han tenido noticias. "No sabemos qué están pensando ellos, pero recordemos que incluso intentaron detener la declaratoria de Monumento, solicitando que se decretara sólo para una parte de la fábrica y no a todo el edificio como finalmente ocurrió".
Desde la Corporación La Fábrica, compuesta fundamentalmente por exmiembros de la Mesa Ciudadana para el Patrimonio de Tomé, que impulsó la declaratorio del edificio, explicaron que hoy la fábrica es propiedad de la Sociedad Inmobiliaria Puerto Madero, en la que participa Juan Carlos Sabat, como indicó el alcalde Aguilera.
"Ellos terminaron de pagar el leasing que tenían con el Banco de Chile, por lo que ahora son los únicos dueños del inmueble, explicó Claudio Ramírez, presidente de la Corporación.
De acuerdo a estimaciones de la Corporación, el inmueble tiene un avalúo fiscal de $5 mil millones.
MÁS PROTAGONISMO
Respecto de las acciones que anunció el municipio para lograr la adquisición del inmueble, Ramírez dijo que pese a que valoran el esfuerzo, "creemos que ellos podrían estar haciendo más cosas. Muchas veces hemos sido nosotros los que vamos a golpear puertas y buscar soluciones, cuando son ellos los que tendrían que seguir ese camino", explicó.
"El municipio debería ser más protagonista de eso. Si es el municipio o un privado el que se decide a desarrollar la fábrica, para nosotros no es mucha diferencia, siempre y cuando se respeten las normas que fija la declaratorio de Monumento", agregó.
En efecto, de acuerdo a la legislación, cualquier privado podría seguir operando en la fábrica pese a la declaratoria de Monumento, ya que esta cláusula sólo afecta a la mantención del edificio y no a la actividad que se realice al interior de la misma. Eso sí, cualquier modificación que se quiera hacer al inmueble deberá ser consultada el Consejo de Monumentos, quien deberá autorizar, previa evaluación, si procede la solicitud.
LOS PROYECTOS
En relación a las ideas que tienen una vez que adquieran la fábrica, Aguilera dijo que si bien están desarrollando un proyecto, no descartan que también existan otros interesados en utilizar el espacio de 6,2 hectáreas y 44 mil metros cuadrados de construcción.
"Nosotros queremos que este espacio se incorpore al desarrollo cultural de la comuna, lo que no quiere decir que si aparece alguna actividad productiva que se quiera desarrollar ahí no pueda hacerlo. Hoy se está hablando de la idea de que un tomecino utilice el espacio para la elaboración de telas para bolsas ecológicas y eso es muy bienvenido, sobre todo porque también generaría puestos de trabajo. Todo es compatible", dijo.
Eso sí, lo primero es desarrollar una imagen objetivo para saber en qué quiere la ciudadanía que se utilice el Monumento, lo que han estado realizando en conjunto con la Corporación La Fábrica y otras organizaciones sociales ligadas al área del patrimonio, incluso con apoyo de una universidad local.
"Esa imagen objetivo mostró ocho lineamientos que la comunidad tomecina quiere desarrollar allí adentro, lo que está dentro de las exigencias del Consejo de Monumentos para poder levantar un plan de gestión. Pero el tema sigue siendo el mismo: el dueño no es el Estado y el espacio es de un privado", indicó el presidente de la Corporación.
Tras un pasado glorioso, la fábrica de paños Bellavista Tomé dejó de funcionar en 2007, reabriendo en 2010 con muy baja producción.