Calor tiene efectos nocivos en los pacientes con hipertensión
Según la última Encuesta Nacional de Salud, la incidencia de la hipertensión arterial es bastante preocupante, pues 3,5 millones de personas presentan este cuadro, lo que equivale al 27,6% de los adultos chilenos. Pero, ¿en qué consiste esta condición? Se trata del aumento de la presión por encima de los valores normales, es decir más de 130/80 milímetros de mercurio (mm Hg), lo que puede traer consigo diversos efectos negativos para la salud.
Al respecto, Marianella Seguel, cardióloga de Clínica Las Condes, advirtió que "cuando no es tratada adecuadamente y no se lleva a valores normales, la hipertensión produce en el largo plazo anormalidades en varios órganos del cuerpo. Es una condición crónica que genera problemas en la retina, deterioro psico-orgánico o demencia multiinfarto, afectando el corazón e incrementando el riesgo de infarto cardiaco. Además, causa alteraciones del cerebro, pudiendo ser motivo de ataques cerebrovasculares (ACV)".
pooling
Ante esto, planteó que en el periodo estival es fundamental que los hipertensos que toman medicamentos tengan ciertos resguardos y la primordial es la hidratación. "Si un paciente tiene un corazón estructuralmente sano, el consumo estándar de líquido debería ser 2 litros al día. Si hay mucho calor, sudoración o ejercicio, puede aumentar hasta 2,5 litros o más en personas que hacen mucha actividad física", precisó.
PRESIÓN Y ACV
Un aspecto en el que se detuvo Marianella Seguel es el ACV, una de las patologías cardiovasculares más relevantes asociadas a la hipertensión, y que conlleva mortalidad y discapacidad. En este sentido, destacó que una persona hipertensa tiene el doble de riesgo de sufrir un ataque cerebrovascular isquémico (cuando un coágulo bloquea o tapa un vaso sanguíneo del cerebro) en comparación a quien tiene la presión arterial normal.
Por lo mismo, junto con el cuidado en la exposición a las altas temperaturas, la especialista apuntó que es importante una dieta con poca sal y baja en grasas, además de ser responsable en la toma de medicamentos y llevar un estilo de vida saludable. Todos estos elementos contribuyen a disminuir la presión arterial y reducen la alta probabilidad de padecer un ACV derivado de la hipertensión.