Ensamble de Vientos apuesta por profesionalizar su música
Un espectáculo que conquistó especialmente el interés de los niños y, lógicamente, de los más adultos, fue el que "Concierto de música de películas", que ofreció ayer en dos oportunidades, el Ensamble de Vientos de Artistas del Acero.
La cita desarrollada en la mañana en la sede acerera con carácter gratuito -la función de la tarde tenía un módico costo- fue dirigida por Jaime Cofré. Además de su labor en la batuta, el músico se fue dando el tiempo para explicar didácticamente sobre cada instrumento a la colmada audiencia infantil, que llegó hasta la sala de espectáculos de la corporación.
Durante unos 60 minutos se repasaron composiciones clásicas, entre las que destacaron las bandas sonoras de "2001: Odisea del espacio" (1968), "Piratas del caribe" (2003), "La sirenita" (1989) y "Coco" (2017), entre varias otras.
"No pensamos que iba a venir tanta gente (...) Estamos contentos, porque para los niños siempre es importante que estén en contacto con la música. Eso es nuestro principal objetivo, la formación de audiencias", resumió el director, quien como instrumentista se dedica al corno de la Orquesta Sinfónica de la UdeC.
IDEA ES PROFESIONALIZAR
El conjunto docto que nació en 2005, como la Escuela de Vientos del Biobío, fue pasando por diversos cambios a través del tiempo, además del nombre y el foco al que se le puso énfasis.
Lo anterior, hasta ahora como Ensamble de Vientos, nombre que tiene el conjunto de 20 integrantes que desde el año pasado tomó la opción de profesionalizarse más.
"Decidimos hacerlo de manera semiprofesional, juntando alumnos con profesores. Las versiones anteriores del Ensamble eran solamente con estudiantes, pero eso nos ha permitido montar un repertorio más exigente", explicó Cofré, respecto al conjunto en el que actualmente participan 10 profesores, sumando la otra mitad con alumnos.
"La idea es que los participantes sean jóvenes estudiantes y que se entusiasmen más, para poder formar parte del grupo", indicó Cofré.
Ángela Maulen, de 23 años se unió al Ensamble hace uno, siendo encargada del oboe. "Tocar junto al profesor me ha servido para ponerme metas más estrictas, y así he subido mi nivel mucho más rápido", señaló, refiriéndose a la modalidad que tomó la agrupación.
Para Gustavo Sperberg (23), este cambio hacia lo profesional también le ha significado un avance en sus capacidades. "Antes el grupo era más grande, con muchos alumnos de diferentes niveles, pero ahora la diferencia de exigencias es notoria (...) Nos sometemos a ensayo y luego conciertos, además siempre estamos viendo obras nuevas", dijo el alumno flautista, quien comparte escena con sus profesores.
El joven músico también se refirió a la alta convocatoria que tuvo con esta presentación en particular. "La recepción del público fue muy buena. Por lo general siempre es así, cuando hacemos conciertos educativos, porque el director siempre está interactuando con el público y enseñando las diferentes familias de instrumentos", destacó respecto a la agrupación de vientos que cuenta con flauta traversa, piccolo, clarinete, fagot, oboe, trompeta, trombón y trombón bajo, además del corno francés.
En ese sentido, Jaime Cofré adelantó lo que se viene para la agrupación. "Por ahora estamos en proceso de programación y, por lo tanto, creo que para marzo estaremos con los lineamientos concretos que seguiremos durante este año. Aunque la idea es continuar subiendo el nivel, para poder montar obras mas complejas", apuntó la batuta desde 2012, aunque también estuvo en su fundación en 2005.
En tanto, para Artistas del Acero el énfasis está en captar nuevas audiencias, según detalló su gerente, Arnoldo Weber. "Hemos hecho un trabajo de formación de espectadores con la Orquesta que es muy importante, porque le enseñan a los niños los instrumentos, la forma que tienen o cómo suenan, lo que es muy valioso".