Decretan el cierre de la causa contra sacerdote acusado de violación
Por segunda vez en casi 10 años, la justicia determinó cerrar definitivamente la investigación en contra del sacerdote Hernán Enríquez, luego que la denuncia en su contra por el delito de violación reiterada no fuera ratificada por la víctima.
La decisión fue comunicada por la jueza Margarita Sanhueza, quien confirmó que la supuesta víctima decidió no declarar ante el Primer Juzgado Civil de Concepción, pese a los múltiples intentos.
La causa en contra del sacerdote, quien se encuentra alejado de sus actividades pastorales, data del año 2009, cuando el padre de un ex seminarista presentó una denuncia por el supuesto delito sexual ocurrido al interior del Seminario Menor de Concepción en 2002, cuando Enríquez era su director.
Tras una primer investigación, el tribunal civil penquista también decretó el cierre definitivo, pero la Corte de Apelaciones decidió cerrarlo de forma temporal por la gravedad del hecho.
Raúl Bustos, defensor de Hernán Enríquez, manifestó su tranquilidad, pues sin antecedentes es imposible avanzar en la indagación, afirmó.
En paralelo, el caso del sacerdote es investigado por un órgano interno de la Iglesia. A esa causa se suman indagaciones por acusaciones en contra de otros dos sacerdotes del Biobío (ver recuadro).
SIN ANTECEDENTES
La jueza Margarita Sanhueza, del Primer Juzgado Civil de Concepción, explicó que producto de la cantidad de años que habían transcurrido desde la eventual ocurrencia del delito, se determinó llamar a declarar a distintas personas, entre ellas la supuesta víctima, quien finalmente se negó a comparecer el tribunal.
"Se le comunicó personalmente que la investigación se iba a sobreseer si él no comparecía y él dijo que no iba a continuar con la causa. Ante ello se sobreseyó la causa definitivamente, y que en su momento había sido cerrada temporalmente", indicó.
La magistrada detalló que durante el proceso declaró el padre de la supuesta víctima, algunos de los seminaristas que habían estado en esa oportunidad en el seminario menor de Concepción y también declaró el supuesto victimario.
"El padre de la víctima nunca declaró sobre cómo sucedieron los hechos (...) El padre podría decir las cosas que quiera, pero en nuestro caso nosotros tenemos que enviar a la víctima al Servicio Médico Legal, quizás no para un peritaje físico por el tiempo que ha transcurrido, pero sí una pericia psicológica o psiquiátrica. Sin embargo, la víctima señaló que no estaba dispuesta a asistir a nada. Por lo tanto, no tengo la certeza de la verosimilitud del relato", añadió.
Sanhueza indicó que ahora el caso deberá ser revisado por el tribunal de alzada penquista, el que determinará el cierre temporal o definitivo.
"La Corte podrá estimar algo distinto, porque es un sobreseimiento definitivo, pero la verdad es que no tengo antecedentes y todo lo que había hasta ahora en el proceso, las declaraciones de la gente indicaban que desconocían los antecedentes", afirmó.
TRANQUILIDAD
Raúl Bustos, abogado del sacerdote Hernán Enríquez, recordó que esta es segunda vez que ocurre: "Para nosotros es una situación muy inconfortable, porque la declaración de la víctima en este tipo de situaciones es imprescindible, sobre todo para el derecho a defensa. La víctima no ha señalado nada por segunda vez".
El abogado afirmó que su representado se encuentra tranquilo y que mantiene su rechazo a la acusación. "Esta es una decisión ajustada a derecho, porque sin antecedentes es imposible llevar adelante un caso de esta naturaleza y menos sin la declaración de la víctima. Además, el padre (Enríquez) está tranquilo y ha cooperado en todas las instancias de la investigación, tanto en el tribunal o en la Iglesia. Él insiste que los hechos son absolutamente falsos y que no tienen ningún asidero", aseguró.