Empresa japonesa crea robot para freír pollo
Pareciera que el fenómeno de la automatización, donde la tecnología toma las riendas de distintos procedimientos, se está haciendo cada vez más camino en los trabajos y oficios que conocemos.
En la actualidad, al interior de la ajetreada capital de Japón, ya suena un ejemplo de renombre y sazón: el "Robot-fried-chicken".
Es específicamente en el distrito de Shinagawa, en un edificio de 20 pisos conocido como TOC Osaki, donde la marca Lawson instaló un robot que cocina tres versiones del popular Kara-age Kun.
POPULAR PLATO
Un popular plato japonés que consiste en pollo frito con harina y especias, que sirven en su receta original, picante o con un queso local, el hokkaido.
Según consigna el británico The Guardian, la tienda creó este robot porque le costaba encontrar suficiente personal para cocinar su propia versión de Kara-age Kun, de los que salen unas 2.000 millones de piezas anualmente, y lo está probando hasta el 28 de diciembre.
De igual forma, lejos está de la biomecánica avanzada. El robot consiste en "una caja de metal con un peine de gallo de plástico pegado a la parte superior", explica el prestigioso medio inglés.
LA INTERACCIÓN
Su interacción con el usuario consiste en que la persona elige una tarjeta con uno de los tres sabores que desea, luego la presenta a un cajero humano y le paga 216 yenes (cerca de $1.350 en moneda chilena para recibir una caja.
Posteriormente, el cliente se acerca al "Robot-fried-chicken", deposita el envase al interior de la máquina y después de un minuto ésta se la llena con pollo recién frito.
Una nueva -y por cierto, poco sana- fórmula de automatización.