Brotes por intoxicaciones alimentarias aumentan a más del doble en la zona
En enero de este año ocurrió en Lota una de las intoxicaciones alimentarias más importantes de los últimos años. Alrededor de 180 personas que consumieron mayonesa casera al interior de un local establecido sufrieron síntomas originados por una Enfermedad Transmitida por Alimento (ETA), que en este caso se determinó que fue salmonella.
A casi 10 meses de ese brote, la situación ocurrida en la comuna lotina parece el vaticinio de un año complejo para los brotes por ETA, considerando el aumento en las notificaciones de este año en comparación con las de 2017.
El registro de la Seremi de Salud -que aún considera a la región de Ñuble dentro de Biobío- dio cuenta que hasta septiembre se han informado 248 brotes, los que corresponden a un 110% más de lo que se notificó el año pasado, donde hubo 118 brotes.
En cuanto a las personas afectadas, el informe de la Autoridad Sanitaria expuso que 1.082 personas sufrieron algún síntoma por transgresión alimentaria. En 2017 hubo 611 casos.
Concepción, Lota y Talcahuano son las comunas con más personas afectadas por el consumo no apropiado de alimentos.
Desde la Seremi de Salud destacaron que pese al aumento significativo de personas afectadas, no hay personas fallecidas, aunque 57 afectados por ETA han requerido hospitalización.
INTOXICACIÓN EN CASA
La epidemióloga de la seremi de Salud, Andrea Silva, explicó que este incremento de brotes y que deriva en más casos se puede deber a diversos factores. Expuso que uno de estos puede estar relacionado con el trabajo desarrollado para que el sistema público y privado para mejorar el sistema de notificación.
"Los médicos están más preocupados de notificar los brotes, por eso tenemos una mayor detección", aseguró Silva.
Además dijo que la Seremi de Salud está realizando una vigilancia para detectar los casos que no se notifiquen.
Si bien este es uno de los factores que estaría incidiendo, la epidemióloga cree que la mala manipulación de alimentos es también un factor relevante. Del total de brotes notificados este año, el 66,1% (164) se produjo por consumir alimentos al interior del propio domicilio.
"Las personas siguen sin realizar una buen manejo de los alimentos (…) Tienen poca noción de la manipulación cruzada, en la cocción o refrigeración de los alimentos y en el lavado de manos", expuso Andrea Silva.
La epidemióloga descartó que este aumento se deba a una bacteria o virus que haya estado más presente este año. Indicó que si bien este año van cinco brotes de salmonella -el más importante es el de Lota- o que van dos por vibrión parahemolítico (que se da principalmente por consumo de mariscos o pescados crudos), no son cifras superiores a las que se dan habitualmente.
Añadió que el riesgo de contraer estas enfermedades aumenta cuando la mala manipulación está asociada a la venta de alimentos en la vía pública.
EDUCACIÓN
Una las acciones que se desarrollan para evitar las Enfermedades Transmitidas por Alimentos es el trabajo de fiscalización y de educación que realiza la Autoridad Sanitaria. Este año la Unidad de Seguridad Alimentaria de la repartición pública ha efectuado 3.816 fiscalizaciones, de las cuales 742 han dado inicio a un sumario sanitario.
El encargado regional de Seguridad Alimentaria, Lino Alarcón, expuso que además de trabajar en los programas de fiscalización, este año se implementó una serie de capacitaciones dirigidas a dueños de establecimientos o personas que manipulan alimentos dentro de recintos autorizados.
Alarcón aseguró que la medida fue positiva, ya que hubo bastante interés por conocer cómo se puede hacer una mejor manipulación de los alimentos.
"Se les entregaron conceptos de inocuidad alimentaria, cuáles son los alimentos que más afectan, cuales son los errores que se cometen y además se les enseñó a aplicar el sistema de buenas prácticas y manufacturas", contó el encargado regional de Seguridad Alimentaria.
El profesional de la Seremi de Salud aseguró que ahora el objetivo que se han trazado es el de genera una estrategia para educar a las personas que compran en la vía pública y que en sus casas no realizan una manipulación adecuada del producto. "La idea es utilizar el concepto del consumidor responsable", expuso Alarcón.