Fallecimiento de Jorge Labarca es sentido en el arte y la arquitectura
Como si uno lo hubiera conocido de toda la vida. Así era Jorge Labarca. O así se sentía, mejor dicho. Quizás esto explique el sentimiento que entristeció ayer el paisaje urbano de Concepción, a raíz de su fallecimiento a los 87 años.
Y aunque su cuna fue Santiago, Labarca desarrolló lo más promisorio de su faceta arquitectónica en esta ciudad, la que contribuyó a perfilar, sobre todo, después del terremoto de 1960.
"Su obra se caracterizó por la búsqueda de una arquitectura de vivienda colectiva, con espacios de encuentro", resumió el arquitecto Gonzalo Cerda, con ocasión de la exposición "Jorge Labarca: Arquitecto/Pintor".
La muestra inaugurada el 15 de septiembre de 2016, fue el último reconocimiento en vida al legado pictórico y arquitectónico de Labarca. Además de Cerda, tuvo la participación curatorial del arquitecto Roberto Burdiles, ambos académicos de la UBB, y Sandra Santander, curadora de la Pinacoteca, quien se encargó de la selección de las 10 pinturas presentadas en la sala UdeC David Stitchkin, durante un mes y medio.
"La idea con esta exposición fue hacerle un tributo (a Jorge Labarca) como artista y arquitecto", resumió la representante UdeC, quien fue una de las principales motivadoras de la iniciativa, que tomó un trabajo curatorial de aproximadamente 3 meses.
"Y aunque durante los últimos 30 años nos atrapó como pintor, había que poner en valor su obra arquitectónica, para que la conociera la ciudad", agregó Sandra Santander, destacando que Labarca le dio un sello a la ciudad.
"Y eso había que reconocerlo", dijo, sobre quien tuvo una mirada centrada en la búsqueda de una arquitectura de vivienda colectiva, entre cuyos ejemplos de obra se cita el edificio Mirador Central (1971), ubicado en calle Aníbal Pinto, como también el conjunto de casas levantado en el inicio de Pedro de Valdivia.
UN SER HUMANO
Quizás como proyección de aquel latir urbano con sentido humano, es que Labarca siempre tuvo una actitud muy afable a la hora de conversar sobre su propia obra. "Si me recuperara de algunos males que empiezo acumular, seguiría en pintura recuperando períodos bastantes descuidados. En arquitectura como lo he hecho, reactualizar mis edificios más manoseados, ad honorem", apuntaba, con mucha simpatía, Jorge Labarca en entrevista con Diario El Sur.
Formado profesionalmente en la U de Chile (1956), como artista sus creaciones se acercan con mucha propiedad a las propuestas de arte abstracto, germinadas entre los años 50 y 60.
"Creo que él no ha sido lo suficientemente reconocido, por lo mismo, pensamos con esta exposición dar cuenta de sus aportes más relevantes. El como artista insistió en las búsqueda y construcción de un lenguaje, en una sola gran pintura dividida en muchas telas", destacó Santander.