Empresario local conquista mercado de Costa Rica con casas de madera
Una de las tantas características que tienen los emprendedores chilenos es la búsqueda de nuevas oportunidades, en especial en el extranjero, donde hay un nicho muy importante en la construcción en madera.
Tal es el caso de la empresa local "Maderas y Viviendas Lumber Limitada", que gracias a una misión comercial organizada por ProChile descubrió que en Costa Rica existe una alta demanda estatal por viviendas en madera, por lo que comenzó a exportar casas de este material con valor agregado.
Héctor Figueroa, uno de los socios de esta firma, contó que siempre le llamó la atención el negocio de la madera, en especial por la dinámica que tenía con los clientes en el exterior. Gran parte del volumen que se produce en el rubro forestal chileno va dirigido al mercado extranjero y como su interés personal era tener una actividad que le permitiera abrir fronteras, se enfocó en esta área.
MAYORES MÁRGENES
Sus primeras ventas hacia fuera del país fueron productos con valor agregado, en este caso, madera cepillada, siendo su primer mercado el citado país centroamericano, cuya elección fue porque en su momento Yolanda Lobos, ejecutiva de ProChile Biobío, lo invitó a un concurso silvoagropecuario con una gira y una rueda de negocios con el foco en Costa Rica.
Recordó que visitaron a varios clientes y tiendas, donde se dio cuenta que los márgenes forestales que estaba manejando, que en general van de un 4% a un 10% en el sector, en ese país iban de un 20% a un 60%. En ese minuto, Chile tenía en la mira a esa nación, pero no la había abordado.
Hoy los actores que están en ese país son Cmpc y Arauco, que no envían el producto terminado como lo hace Figueroa, quien dio el giro cuando en la búsqueda de clientes y de valor agregado, al cepillado se le podía sumar la madera impregnada, es decir, sumarle químicos para su protección. "Por ende, accedí a un mercado de constructoras que trabajaban para el gobierno costarricense y vendían proyectos habitacionales importantes, pues cuenta con muchos recursos para este tipo de inmuebles en madera, pero existen muy pocos oferentes", explicó.
Recalcó que ellos no son productores forestales y el 80% de lo que consumen lo importan desde Chile, donde la Región del Biobío juega un rol importante, pero no se puede dejar de lado que el 90% del volumen que se envía es de las dos principales empresas del rubro en nuestro país.
Con todo ese escenario, el emprendedor local se acercó a las constructoras "ticas" y se dio cuenta que éstas no tenían el basto conocimiento para construir en madera. Por lo tanto, como los volúmenes que necesita el gobierno en viviendas sociales son muy altos, del orden de 10 mil unidades, el foco es la velocidad de ejecución, para bajar los costos, con lo cual pueden abarcar todo el mercado.
Fue así, entonces, que Figueroa se enfocó en la venta de paneles y de casas armadas en un alto porcentaje, con lo cual les está dando solución de rapidez y avanzar hacia otros proyectos. "Los paneles que estamos enviando sobrepasan los requerimientos que ellos estipulan. Incluso, a raíz de esta demanda, abrí oficina en Costa Rica y bodega, desde donde distribuimos a empresas locales", relató.
Las casas se envían a medio terminar y una vez que llegan a ese país se le agregan molduras, capas impermeables, aislantes y se arman los detalles como zinc, vidrios, baño, cocina y puertas. "Es una casa completa", afirmó
MENOS PLAZO
La exportación de casas partió en agosto del año pasado y a la fecha han enviado 18. Reconoce que no es un volumen alto, porque habían estado con constructoras que estaban probando, pero hoy día se adjudicaron un proyecto de 500 viviendas que deben estar entregadas dentro de dos años, pero la apuesta es bajar el plazo, con la optimización en el levantamiento de la cada una.
Sin duda, hasta donde se tiene entendido, no hay otro exportador de este tipo de inmuebles a Centroamérica y otro forestal instalado en el extranjero que no sea Arauco y Cmpc. Incluso, adelantó que ya está sosteniendo conversaciones con Guatemala y República Dominicana, pues es muy común que una empresa exitosa en Costa Rica saque un poco la cabeza y empiece a mirar los países cercanos.
El costo de cada vivienda varía de acuerdo a las terminaciones y el nivel de acabado, es decir, el tipo de moldura, si la madera va o no impregnada, en qué porcentaje, el diseño y otros elementos que difieren el precio, aunque va de US$ 5.500 a US$ 30.000.
Dijo que la consigna de Estado que tienen en Costa Rica es poder alcanzar carbono neutralidad, algo que en el 2016 lograron a ser el país con mayor cercanía 0 en la materia, casi igual a las de oxígeno. Por ende, ellos saben que un 5% de las emisiones de carbono corresponden a la construcción en hormigón. Por ende, dar un foco en la construcción en madera, es una misión país.
"Costa Rica tiene políticas muy fuertes en temas medioambientales y nosotros estamos siguiendo esa ruta trabajando en un prototipo sostenible en que le vamos a incorporar kit de sostenibilidad, como enfriamiento de aire, recuperación de aguas lluvia y bombas solares que nos permitan tener una vivienda sostenible en cualquier lugar del trópico, porque las viviendas sociales se están enfocando en áreas selváticas, donde no hay recursos eléctricos", expuso.