Bombas de calor: una alternativa para mitigar la contaminación
En los periodos de invierno, la zona centro-sur de nuestro país sufre de severos problemas de contaminación debido a la combustión de leña.
Si bien, se ha insistido en el uso de leña seca y de estufas a pellet, esto no eliminará de raíz la contaminación. El problema en sí proviene de la quema de estos combustibles, lo que sí se ve obviamente incrementado al usar leña húmeda.
La polución además crece por el desarrollo de la ciudad, que año a año agrega nuevos sectores residenciales, y por el aumento del poder adquisitivo de la ciudadanía que puede darse el lujo de comprar estufas a leña para mejorar su calidad de vida.
Es por esto que se deben evaluar nuevas tecnologías de calefacción, más eficientes y menos contaminantes, como es el caso de las bombas de calor. Este equipo no emite contaminación en la vivienda (usa energía eléctrica), genera menos polución al medioambiente y consume menos energía primaria en comparación a otras tecnologías de calefacción y de preparación de agua caliente sanitaria.
Esta alternativa ha sido estudiada por varios países a través de programas coordinados por la Agencia Internacional de la Energía y se han implementado sistemas basados en esta tecnología con resultados exitosos. Además, puede combinarse de manera relativamente simple con colectores solares térmicos y con paneles fotovoltaicos, para aumentar su eficiencia y reducir su dependencia de la red eléctrica.
En este sentido, en el Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Concepción, y con el financiamiento de Conicyt en un Proyecto Fondecyt Regular, se ha evaluado este tipo de tecnología en la ciudad de Concepción para la producción de agua caliente sanitaria y para calefacción en combinación con colectores solares térmicos arrojando indicadores muy alentadores para su futura implementación en nuestro país.
De acuerdo a estos resultados, cuando se combinan bombas de calor, que toman calor del aire ambiente, con colectores solares planos se obtiene un factor de desempeño estacional de 4.6, lo que significa que por cada 4.6 kWh de energía térmica que se entrega a una vivienda para calefacción y producción de agua caliente sanitaria se consume 1 kWh de energía eléctrica.
Si bien esta tecnología tiene un mayor costo en relación a las estufas a leña, esto se podría en- cierta medida- compensar a través de subsidios gubernamentales o a través de su inclusión en nuevos proyectos inmobiliarios, de tal forma que los usuarios paguen su uso en conjunto con el crédito hipotecario, para reducir el impacto económico de esta inversión.
Ingeniero Civil Mecánico, PhD. en Ciencias de la Ingeniería
UdeC