Tras superar su estado de recurso "agotado" en el que estuvo los años 2014 y 2015, la merluza común logró salir de ese nivel crítico y pasar en 2016 a la categoría sobreexplotada, lo que si bien significa que sigue en riesgo muestra una gradual recuperación. Por esta razón es que la autoridad establece vedas durante esta época de septiembre que apuntan a proteger su proceso de desove.
Iván Oyarzún, director regional (s) de Sernapesca Biobío explica el inicio de este periodo de prohibición de captura, que en la macrozona que va de Coquimbo a Los Lagos, protege este proceso de desove, evitando la extracción de hembras y machos maduros que se encuentran en etapa de fecundación, generando huevos que se transformarán en larvas, juveniles y, finalmente, en adultos que sustentarán la pesquería".
La merluza común (Merluccius gayi gayi) es un pez demersal que se encuentra entre los 50 y 400 mt de profundidad al interior de las primeras 60 millas de la costa. Se distribuye desde la Región de Coquimbo hasta Los Lagos.
en recuperación
Su estado se ha mantenido así el año 2017 y 2018. Los especialistas apuntan a que en un proceso de 10 años podría recuperarse, dice Oyarzún.
Y es que hace una década una merluza alcanzaba para 4 personas. Ya no, los ejemplares juveniles que venden en las ferias, muchas veces no superan los 25 cms.
En términos prácticos, la resolución establece que solo hasta 4 de septiembre se podía vender la merluza común fresca, extraída hasta el 31 de agosto. Y, desde hoy y hasta el 30 de septiembre, sólo se permite la comercialización del producto congelado proveniente de plantas de proceso, y para eso se requiere la documentación de trazabilidad que acredite su procedencia legal.
Asimismo, la pesquería de la merluza común se encuentra con acceso cerrado, es decir, ningún nuevo armador puede acceder a inscribirse en el registro que permita su captura.
En la Región del Biobío, 652 embarcaciones artesanales tienen autorización para pescar merluza común, aunque generalmente operan de manera regular unas 300. En tanto, 6 pesqueros de altamar (PAM), conforman la flota industrial de la Región que puede capturar la merluza en toda la macrozona centro- sur.
La también llamada "pescada" tiene una cuota global e individual de captura. Para este año la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura autorizó 25 mil toneladas en total, de las cuales 14 mil 760 son del sector industrial y 9 mil 840 para el sector artesanal.
La cuota asignada para el sector artesanal del Biobío para este año, fue de 3 mil 19 toneladas, y a la fecha se ha consumido el 42% de ese total, registrándose 1.485 desembarques principalmente en los muelles de Coliumo, en Tomé, Tumbes en Talcahuano y Lo Rojas, en Coronel.
En tanto la industria, ha consumido el 47% de la cuota en 156 desembarques que se registran principalmente en los Puertos de Talcahuano y San Vicente.
A nivel interno la merluza común se vende en las más populares ferias y es de un valor accesible a las familias. Forma parte de la dieta de los chilenos, es un recurso fundamental para el mercado gastronómico y para la subsistencia de miles de pescadores artesanales y de sus familias que reciben sus ingresos fruto del trabajo de la extracción de la merluza.
Pero es un recurso que también se exporta y sus principales destino son: Estados Unidos, Alemania, Australia, Brasil y España, donde llega fresco y congelado, en filetes con y sin piel, pulpa y ova.
llamado a la ciudadania
Sernapesca llamó a la ciudadanía a evitar comprar y consumir este recurso en estado fresco, para colaborar con el cumplimiento de la veda y desincentivar prácticas de pesca y comercio ilegal. El director regional de Sernapesca, señaló que "estamos difundiendo la campaña denominada "Salvavedas", que es una invitación a toda la comunidad a involucrarse con el cuidado de los recursos del mar y donde la ciudadanía, puede ayudar denunciando durante septiembre si detectan venta de merluza fresca a la línea gratuita 800 320 032, o bien a través de nuestras redes sociales usando el hashtag #Salvavedas".
En procedimientos de fiscalización en el día previo a la veda, funcionarios de Sernapesca incautaron 1,7 toneladas de merluza fresca que se pretendían comercializar en Concepción.
perjuicio económico
"La pesca ilegal genera un impacto en la conservación de la especie, y además afecta directamente a los pescadores artesanales. Los afecta pues el precio de una caja de merluza que de manera legal fluctúa entre los $25 mil y $30 mil. Si hay abundancia de pesca ilegal, el precio evidentemente baja. Y por tanto, es un problema económico y social, porque son miles las familias que dependen de la captura y venta de la merluza común. Además, la pesca ilegal genera también un impacto en el ecosistema, porque disminuye una especie de la cadena trófica, y por cierto, también hay riesgos sanitarios para la población, porque la pesca ilegal no cuenta con ninguna trazabilidad", cerró el director Regional (s) de Sernapesca.