Conforman consejo que verá denuncias de abuso en Iglesia
Con 11 integrantes quedó integrado el Consejo Arquidiocesano para la Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas en Concepción. Esta instancia, explicó el arzobispo Fernando Chomali, constituye la ampliación de la comisión arquidiocesana que comenzó a funcionar en 2015 en la zona.
Chomali detalló que esta decisión se adoptó en la asamblea extraordinaria de obispos que se realizó a inicios de agosto en Punta de Tralca y que responde a los compromisos adquiridos tras las denuncias por abusos cometidos por sacerdotes hechas llegar al Papa Francisco.
Funcionamiento
El arzobispo de Concepción relató que el Consejo Arquidiocesiano quedó establecido mediante un decreto con fecha 31 de agosto y está compuesto en su mayoría por laicos.
La instancia, añadió, cuenta con tres estamentos con las funciones específicas de recepción de denuncias, prevención de abusos y acompañamiento de víctimas.
En el estamento de prevención de abusos se nombró como coordinadora a María Soledad Grandón Salas, orientadora educacional del Colegio Instituto de Humanidades de Concepción. En tanto, en la recepción de denuncias se nombró a Edith Márquez Rivas y a María Cristina Benavente Echeverría.
Prontamente los tres estamentos deberán estructurarse separadamente. Por ahora la Oficina de Recepción de Denuncias estará ubicada en Cochrane 538, en Concepción.
El presbítero Roberto Valderrama Bastidas, secretario canciller del Arzobispado e integrante del Consejo, informó que el cambio de domicilio de la Oficina de Recepción de Denuncia, que funcionó en dependencias del Arzobispado anteriormente, fue una medida necesaria.
Agregó que también se recibirá información a través de correo electrónico y/o celular. Recalcó que en todos los casos se mantendrá el principio de absoluta confiabilidad.
Apreciaciones
María Soledad Grandón visualiza que esta instancia tiene la gran proyección de sanar, que requieren especialmente los niños y jóvenes.
A su juicio, el drama de los abusos es de una "envergadura tremendamente compleja y dolorosa, de la cual no podemos estar ajenos". Agregó que el llamado que ha les hizo el obispo está en plena concordancia con lo solicitado por el Papa.
"Los ambientes sanos y seguros que debemos generar en todas las comunidades son un compromiso no solo de nuestros sacerdotes, sino que de todos los laicos. Es la única forma de iniciar una acción reparadora, sanadora, pero especialmente con una perspectiva que esto no puede seguir ocurriendo", planteó.
El presbítero Valderrama opinó sobre la forma en la que se abordarán los casos que "la Iglesia ha mantenido siempre la confiabilidad de estos casos. Tener un lugar aparte y que sean personas preparadas, ayuda a esto. Contar su historia, una situación de vida, que es dolorosa, y revivirla después de algunos años, no es fácil".