Certeza jurídica y menor incertidumbre: claves en las inversiones del empresariado
Nos encontramos a mitad de año, por lo que es un buen momento para revisar cómo se presentan las oportunidades lo que resta de 2018. En el caso de la Región del Biobío, las empresas reportan perspectivas levemente más positivas que un año atrás, de acuerdo el último Índice de Percepción Empresarial Regional, Iper.
El Iper de junio registró un valor de 51 puntos manteniéndose optimista. Esto representa una baja respecto a diciembre cuando alcanzó 52.3 puntos, pero mejoró con respecto a junio del 2017 donde puntuó 50.3. Cabe destacar que alcanzar más de 50 puntos representa una percepción de optimismo en el sector empresarial, pudiendo llegar hasta 100 puntos máximos. Si se obtiene menos de 50 puntos se considera que el panorama es pesimista.
El indicador realizado con base en la encuesta de Percepción Empresarial Regional por EY (ex Ernst & Young), la Cámara de la Producción y el Comercio de Concepción (Cpcc) y la Universidad Andrés Bello (Unab) refleja la preocupación por la incertidumbre en la aplicación de nuevas leyes y reformas, las cuales continúan incidiendo de manera relevante en el resultado de las compañías, de acuerdo a la opinión del empresariado consultado.
Al respecto, un 59% cree esto ha incidido en los resultados de su empresa, algo que sin embargo mejoró frente al año pasado (78%), cuando aún no se terminaba de implementar la reforma tributaria. Las empresas necesitan un marco jurídico estable y la incertidumbre no permite que las compañías puedan planificar a largo plazo, por lo que sigue siendo el principal punto de preocupación de los empresarios del Biobío.
En cuanto al efecto del régimen tributario actual vemos que una parte de las empresas ya ha internalizado este proceso, lo que explica en parte la disminución de la percepción negativa que tienen las empresas de ella. Sin embargo, en lo procedimental, y por lo que vemos con nuestros clientes, ha sido mucho más complejo. El sistema es complicado, demandante y su diseño genera una alta probabilidad de error. La cantidad de declaraciones juradas que hay que presentar es muy alta y consideramos que sería importante llegar a un balance razonable.
Por otra parte, en un sistema de gobiernos tan cortos es desafiante para el mundo privado ajustarse constantemente, por lo que sería ideal que la planificación de impuestos en nuestro país tuviera una visión de largo plazo y con consensos de todos los stakeholders (público de interés), y así evitar cambios según la administración de turno.
Por Francisco Avendaño, socio líder de
EY Concepción