Agua líquida en Marte: ¿no estamos solos?
El pasado 25 de julio las redes sociales se estremecieron con el anuncio del descubrimiento de un lago de agua líquida bajo la superficie de Marte. Un equipo de científicos italianos, haciendo uso de técnicas de radar e instrumentos a bordo del vehículo Mars Express, detectó una intensa reflexión a un kilómetro y medio bajo la superficie del polo sur marciano. Este fenómeno fue interpretado como la primera evidencia de agua en estado líquido fuera de nuestro planeta. Este excitante descubrimiento tiene implicaciones para la búsqueda de vida fuera de la Tierra, además de la posible colonización futura de Marte y del Sistema Solar.
Aún no sabemos si existe vida en Marte, pero si la hubiese no serían alienígenas como aquellos que aparecen en la película "La llegada" de D. Villeneuve. Serían criaturas microscópicas capaces de resistir condiciones ambientales extremas, similares en su resistencia a los llamados "extremófilos". El campeón de los extremófilos es el tardígrado, capaz de resistir temperaturas de 150 grados y niveles de radiación humanamente mortales. Según estudios recientes, los tardígrados serían los únicos seres vivos capaces de resistir un cataclismo astronómico.
El lago recién descubierto en Marte contiene probablemente cientos de millones de metros cúbicos de agua, y se asemeja en cierto sentido al lago Vostok, ubicado en la Antártica, a tres mil setecientos metros de profundidad bajo la base rusa del mismo nombre. En el año 2015 se pudo perforar el hielo llegando hasta el lago y se pudieron tomar muestras de agua que había permanecido aislada de la atmósfera terrestre por millones de años. En estas muestras se encontraron miles de microorganismos. Condiciones similares podrían existir bajo el lago recién descubierto en Marte y también bajo las cortezas heladas de las lunas Encélado, que gira alrededor de Saturno y Europa, que da vueltas alrededor de Júpiter.
Las temperaturas de Marte oscilan entre +20 grados en verano y -140 grados en la noche invernal de las regiones polares. Su atmósfera es muy tenue y compuesta mayormente de dióxido de carbono. Fuertes vientos huracanados cubren su superficie de polvo transformando su imagen ante un observador terrestre. Quizás en el futuro, impulsados por la escasez de alimentos, recursos energéticos y agua dulce, la humanidad se vea forzada a colonizar Marte.
Si las leyes de la naturaleza son las mismas en el Universo, es posible aventurar que el mismo mecanismo que originó la vida en la Tierra pudo haber funcionado en otros mundos. El italiano Giordano Bruno ya imaginaba mundos habitados en el siglo XVI. A pesar del tiempo transcurrido, y de los avances científicos, aún nos preguntamos, como él, si estamos solos en el Universo. Creo, eso sí, que estamos más cerca de la respuesta de lo que él estuvo.
Ronald Mennickent Cid
Director de Investigación y Creación Artística
Universidad de Concepción