Un logro que demuestra que el esfuerzo mancomunado de años es un trabajo de calidad e impacto valorado. No se puede resumir de otra forma lo que significa para la Universidad de Concepción (UdeC) que 8 de sus disciplinas fueran destacadas en el Academic Ranking of World Universities (ARWU), conocido como Ranking de Shanghai. No se trata simplemente de aparecer, sino de destacarse como líder nacional en Ingeniería Química y Ciencias e Ingeniería Ambiental, y ser primeros con Oceanografía en Latinoamérica, la única consignada en esta área en Chile.
Todo ratifica que se ha transitado por el camino correcto y da el impulso para seguir avanzando, reconoce el rector de la UdeC, Carlos Saavedra. "Si bien el ordenamiento de nuestras actividades no está en función de los ranking, sí es importante considerarlos en relación a que determinan el desempeño relativo de las instituciones y nos permite ir adoptando ciertas orientaciones en la toma de decisiones sobre las áreas en las que poner mayor énfasis", sostiene.
En específico, el ARWU considera criterios como cantidad de artículos científicos y/o académicos e impacto en término de publicación en revistas destacadas, la colaboración internacional y los premios a académicos, para así medir el desempeño de las instituciones de educación superior en 54 áreas del conocimiento específicas.
PILAR DE INVESTIGACIÓN
Al enfocarse en la disciplina de Oceanografía, Saavedra cuenta que desde hace algún tiempo se estaban potenciando los esfuerzos, pues precisa que "desde 2014 tenemos la certeza de que Oceanografía es uno de nuestros pilares en términos de la investigación fundamental y por curiosidad, y también aplicada y técnica".
Sobre el Departamento de Oceanografía, perteneciente a la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, cuenta que tiene alojados tres centros de investigación sumamente reconocidos, relevantes y que cubren una amplia gama de áreas que se complementan: el Centro de Investigación Oceanográfica Copas Sur-Austral, orientado a estudios en la zona patagónica chilena; el Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (Incar); y el Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), que Saavedra define como "un centro donde se hace ciencia por curiosidad y la motivación de los investigadores es lograr responder o entender distintos aspectos en el ámbito de la oceanografía", y así revelar misterios y generar mayor conocimiento.
De hecho, un hito para la oceanografía en Chile y el mundo lo dio en enero de este año el IMO, con una expedición que llegó a lo más profundo de la fosa de Atacama, nunca antes explorada.
Éste es uno de los más grandes orgullo para el doctor Osvaldo Ulloa, director del IMO y líder esa aventura científica, y académico del Departamento de Oceanografía, quien afirma que todos los logros, "son resultado de un esfuerzo de 20 años, no sólo de una persona, sino de varias generaciones", que comenzó con las oportunidades de hacer ciencia y fortalecer el área de postgrado que se dieron gracias a una cuantiosa inversión que otorgó en 1997 la Fundación Andes y luego la obtención del primer Fondap en 2002, para continuar sin parar hasta hoy.
Además de ser un esfuerzo sostenido y colaborativo, esencial para la investigación de calidad e impacto, asevera que lo es de distintas disciplinas, pues en la investigación oceanográfica también aportan departamentos de la casa de estudios como el de Geofísica o de Zoología, contribuciones esenciales para hoy ser líderes en el Ranking de Shangai.
IMPACTO REGIONAL
Saavedra y Ulloa coinciden en que ser líderes latinoamericanos en Oceanografía les plantea hoy un desafío: destacarse a nivel mundial, pues comentan que así como es fundamental contar con capital humano y masa crítica suficiente, apoyo y recursos económicos y así también acceso a la mejor tecnología para desarrollar investigación de vanguardia, para estar en la frontera del conocimiento siempre hay que luchar por metas cada vez más ambiciosas.
En este sentido, Osvaldo Ulloa plantea que espera que también esto trascienda a un impacto regional y dé nueva consciencia y paradigmas sobre el vínculo con el mar, que no siempre es valorado. "Estoy muy preocupado de que la Región del Biobío entienda que están estos centros de investigación y capacidad en términos del océano, y se busquen las formas de potenciarlo y transformarnos en una región marítima, no sólo en investigación, sino de actividades donde el océano sea foco de desarrollo", finaliza.