Seis meses o un año, en medio de la formación de pregrado o para obtener un postgrado e incluso en la enseñanza media; las circunstancias, momentos y modalidades son tan variadas como los países, casas de estudios y jóvenes que deciden vivir un intercambio académico en el extranjero.
Una vivencia que bajo múltiples perspectivas está llena de beneficios que la hacen digna de decir a los estudiantes que exploren la posibilidad y se atrevan a experimentarla. "Desde conocer otro país, salir de la zona de confort, crecimiento personal, aprender otro idioma, ampliar el currículum, hacer amigos en el extranjero, explorar identidad e incluso someterse a algo que puede resultar estresante pero con ganancias espectaculares en experiencia", detalla al respecto la psicóloga Javiera Hernández, coordinadora de Formación Integral de la Universidad San Sebastián.
No niega que el comienzo pueda ser un poco difícil, experimentar sentimientos como tristeza y nostalgia por estar lejos de los seres queridos, del hogar, es parte de la adaptación, que normalmente debería ser breve y no durar más de un mes. Además, este proceso en sí mismo permite explorar y reconocer fortalezas y debilidades, autoconocerse y autoregularse, tener mayor autonomía, ser permeable al cambio. Por ello, sostiene que "lo relevante es saber combatir el proceso de crisis y cambio. Hay que normalizar la incomodidad, pues permite que el estudiante pueda adaptarse de forma óptima".
PREPARAR CON TIEMPO
Y si bien los beneficios de una experiencia de intercambio académico en el extranjero se destacan por sus beneficios en la vida del estudiante, la psicóloga plantea que es importante que quien acceda a estos realmente los anhelen, que estén decididos a experimentarlos, abiertos a nutrirse de otras culturas y conscientes de que tendrán que aprender a desenvolverse en sistemas que pueden ser muy distintos al de Chile, tanto en lo técnico y educativo como en lo social.
Por lo expuesto, viajar al extranjero a estudiar no debe ser una decisión al azar, sino que se requieren al menos unos meses de preparación. "Hay que considerar diversos factores. El primero es postular a la posibilidad de intercambio, certificar manejo de idioma en segundo lugar (si no se habla español), además de buscar los papeles exigidos en la convocatoria antes de la fecha de cierre, para así evitar inconvenientes que retrasen o impidan el proceso de postulación", detalla.
Prepararse también implica tener tiempo para indagar las universidades con las que la casa de estudios tiene convenio, ya que la institución donde se realizará el intercambio es de prioridad. "No sólo porque las metodologías son diferentes, sino porque muchas veces el idioma lo es también, los compañeros pertenecen a otra cultura y porque hay que homologar asignaturas para no quedar demasiado atrás", explica Hernández.
Del mismo modo, apunta que tener tiempo permite reunir el dinero suficiente para una estadía segura e investigar respecto al destino, sobre su clima, cultura y las diferencias con la sociedad y costumbres chilenas, y conversar con otros estudiantes que hayan realizado un intercambio al extranjero, lo que también es muy recomendable.
Desde allí, manifiesta que "elegir la mejor opción se debe basar en los factores que sean relevantes para cada estudiante, esto es, país a elección, idioma de manejo, cultura donde se pueda adaptar mejor y conocimiento de la casa de estudios, entre otros relevantes".
CUÁNDO Y CÓMO
El momento ideal para un intercambio es variable, pero la base, dice Javiera Hernández, es que el estudiante se sienta motivado y seguro de hacerlo, ya que existen d instancias en el colegio, en la formación de pregrado y también postgrado para ello. "Idealmente es bueno que lo hagan terminando un ciclo para que tengan certificados de notas y otros documentos solicitados por las instituciones extranjeras", comenta.
Cristina Muñoz, coordinadora del Programa Experiencia Internacional de la Universidad Santo Tomás, estamento de la casa de estudios cuyos requisitos concuerdan con lo expuesto, como haber cursado con éxito el primer año de carrera y preparar el intercambio con un año de antelación.
Agrega que el respaldo de los directores de escuela y docentes es también importante y no sólo como un requisito, sino para apoyar al alumno de cara a enfrentar un nuevo plan académico y porque al regresar habrá asignaturas que convalidar para seguir avanzando curricularmente.
Por último, desde la experiencia del programa que coordina, Muñoz afirma que "como enfrentarán un periodo en el extranjero lejos de sus familias, es importante que el alumno realice el proceso solo", pero siempre orientados por el estamento de la casa de estudios correspondiente, profesores y directivos de la carrera. "Es un proceso de aprendizaje enriquecedor que prepara al alumno para su viaje y le otorga herramientas para desenvolverse mejor en su experiencia internacional", finaliza.