Cuando se cumplen cuatro semanas de la primera toma feminista en una universidad de la Región, que ya cuenta con más de 15 edificios de tres casas de estudios en toma, una treintena de carreras en paro y miles de estudiantes sin poder realizar sus actividades diarias, las alumnas movilizadas avanzan en la formulación de petitorios internos para canalizar sus demandas.
Estos se conocerán durante la próxima semana, en el caso de la UdeC, UBB y Ucsc, ya que en paralelo se afinan los detalles del Encuentro Nacional de Mujeres Autoconvocadas que se realizará el próximo sábado y domingo en la casa de estudios estatal del Biobío.
El paso anterior a los petitorios fue el diagnóstico que las alumnas han realizado sobre la situación interna, donde han coincidido relatos sobre acosos, abusos, discriminación, violencia y la falta de rigurosidad de las universidades para investigar estos hechos.
La primera toma ocurrió el pasado 2 de mayo, cuando tras una asamblea separatista, alumnas de Educación de la UdeC se tomaron la facultad que reúne a mas de diez carreras. El pasado 19 de mayo, cuando se realizó el primer encuentro regional de Mujeres Estudiantas en la Universidad de Concepción, se enumeraron una veintena de situaciones críticas dentro de universidades, colegios, institutos y otros organismos, respecto a temas de género.
ACOSOS Y ABUSOS
Uno de los puntos de coincidencia entre las distintas alumnas movilizadas tiene que ver con la naturalización del acoso, abuso de poder y cercanía de parte de hombres, tanto docentes como pares, en distintos contextos dentro y fuera del aula.
Casandra Carrasco, alumna de Trabajo Social y una de las voceras de la toma en la UBB, detalló que en carreras como Arquitectura y Diseño Industrial hay casos que se están investigando, pero en las demás carreras "hay situaciones respecto al uso del lenguaje y la proximidad entre profesores y estudiantes. Además nos hemos dado cuenta que el tema de los abusos de compañeros a compañeras, está muy latente y ocurre más de lo que se pensaría".
Reflexión a la que añade Catalina Cerda, alumna de Administración de Empresas de Duoc UC: "Este es un espacio no politizado, por lo que se diera esta primera asamblea separatista fue un logro; las conductas de acoso o sexistas están muy normalizadas y asumidas por las propias compañeras".
Mientras que Camila, alumna de la facultad de Comunicación, Historia y Ciencias Sociales de la Ucsc, va más allá y expone que "hay situaciones que no hemos hecho públicas, por resguardo a las compañeras que han sido víctimas y porque tampoco queremos que se hagan grandes funas, ya que nos hacen daño como movimiento".
DISCRIMINACIÓN
Otro de los puntos de coincidencia tiene que ver con la histórica discriminación existente en los distintos niveles dentro de las universidades. Catalina Cerda de Duoc UC explica que "si bien acá trabajan hartas mujeres en el área administrativa, pero son muy pocas mujeres docentes y la equidad también pasa por ahí. Nos llama la atención que tanto profesor y directivo hombre, ¿y las mujeres dónde están?".
En la misma línea Casandra Carrasco de la UBB, apunta a que en algunas carreras la discriminación se da al nivel de estudiantes: "En muchas ocasiones se cuestionan las competencias que tenemos las mujeres para poder desarrollarnos en algunas carreras".
Sofía Cifuentes, alumna de la facultad de Ciencias Sociales de la UdeC, explica que "las mujeres deben ser parte de la bibliografía estudiantil, se enseñe feminismo, existan ramos que lo enseñen y no nos invisibilicen".