Impulsan detección precoz de bacteria para disminuir casos de cáncer gástrico
Son diversas las maneras de prevenir enfermedades de tan rápido desarrollo como lo es el cáncer. Y este escenario sólo obliga a buscar medidas de prevención que permitan un diagnóstico precoz para evitar el progreso de algunas patologías.
Esto es lo que ocurre con la endoscopía, un examen que explora las cavidades del esófago, estómago y el duodeno, y que permite detectar la presencia de la bacteria "Helicobacter Pylori", principal responsable del desarrollo del cáncer gástrico.
Por esta misma razón, es que desde la Sociedad Chilena de Gastroenterología (Schge) proponen incluir tests no invasivos en las canastas GES, para poder detectar a través de otras técnicas la presencia de la bacteria en el organismo.
Según Arnoldo Riquelme, presidente de la Sociedad Chilena de Gastroenterología, existen métodos más sencillos para el diagnóstico, como es la detección de un antígeno del Helicobacter en las deposiciones o hacer un test de aire espirado. "El riesgo para el paciente que no se trata esta bacteria es desarrollar una úlcera en el estómago o en el duodeno, experimentar hemorragia digestiva y, en el largo plazo, un mayor riesgo de contraer cáncer gástrico", detalla.
Las cifras de la Schge indican que más del 70% de los pacientes chilenos que se realizan una endoscopía, confirman la presencia de la Helicobacter Pylori en su cuerpo.
Pero como en Chile la detección de esta bacteria se realiza mayoritariamente durante la realización de una endoscopía digestiva alta, indicada por síntomas digestivos, es que las listas de espera para este examen en el sistema público son bastante extensas. "Estamos muy por debajo de las políticas de salud que tiene Japón, país con un alto índice de cáncer gástrico, pero que cuenta con estrategias de testeo y de esta infección que hacen que tengan tasas muy bajas, de menos del 5%", recalca.
DISMINUIR LA FRECUENCIA DE LA BACTERIA
Chile figura entre los países latinoamericanos con mayor tasa de infección por Helicobacter Pylori y entre los 5 países que tienen mayor riesgo de cáncer gástrico, entre ellos: Costa Rica, Colombia y Perú.
De esta manera, como una estrategia epidemiológica, es que la Schge busca ampliar y diversificar los sistemas de detección y acceso al tratamiento; y además establecer esquemas de terapias más efectivas que los actuales.
Antonio Rollán, gastroenterólogo de la Universidad del Desarrollo y miembro de la Asociación Chilena de Endoscopia Digestiva (Ached), menciona que la bacteria es el principal factor de riesgo del cáncer gástrico, "por lo que si nosotros logramos disminuir la frecuencia de la Helicobacter Pylori, logramos disminuir este cáncer, y sólo con la detección primaria de la bacteria logramos reducir esto".
Asimismo, Rollán precisa que lo que se recomienda para Chile es realizar un tamizaje poblacional, es decir, llegar a los habitantes y buscar los factores de riesgo para reducirlos. "En Japón por ejemplo, hay un plan nacional donde a cierta edad se les aplica una endoscopía para prevenir el cáncer gástrico. Lo mismo deberíamos hacer nosotros", sostiene.
En el mismo sentido, el gastroenterólogo destaca que lo más conveniente para el país es hacer un tipo de "tamizaje oportunista", que ocurre cuando una persona consulta por cualquier causa en un centro médico, aprovechando esta instancia para evaluar si tiene o no la bacteria, de manera no invasiva, a menos que la persona tenga las molestias necesarias para aplicarle una endoscopía.
El cáncer gástrico suele presentarse entre los 50 y 60 años de edad, especialmente en hombres, pero son los adolescentes los que más reflejan molestias estomacales, de acidez o reflujo, por lo que se aplican la endoscopía de manera frecuente, sin necesariamente presentar la bacteria en el organismo, utilizando cupos en el sistema público. "Las listas de espera para endoscopía son muy largas, y quitan el espacio a personas que pueden tener reales molestias y tener desarrollado el cáncer gástrico. Entonces si logramos sacar a personas que sólo consultan, a través de los tests no invasivos, podríamos sacar un 25% de consultas. Las listas están muy largas porque hay mucha gente que consulta por problemas digestivos comunes", afirma.
VÍAS DE TRANSMISIÓN
Y TRATAMIENTO
Muchas veces se suele suponer que las bacterias que se instalan en las paredes del estómago o el esófago pueden provocarse por infecciones alimentarias, pero Rollán recalca que en el caso de la Helicobacter Pylori no es así. "Existen factores ambientales que inciden en la presencia de esta bacteria; la higiene, el hacinamiento también. Se transmite de persona a persona y las vías de contagio más comunes son la fecal-oral y oral-oral. No sabemos exactamente el mecanismo pero se transmite de persona a persona", describe.
La bacteria al estar presente en el 70% de la población chilena, y que se adquiere en la infancia entre los 2 y 10 años, se controla con antibióticos, y exige usar 2 o 3 medicamentos distintos, al menos por 14 días, para tener buenas probabilidades de matar la infección. "La mayor parte de las personas que se hace el tratamiento sufre molestias digestivas durante este proceso, debido a los antibióticos y a su larga ingesta, pero si se hace bien la tasa de erradicación es de un 90%", subraya.
Otro de los problemas que explica el especialista, es que el tratamiento clásico para destruir esta bacteria es la terapia triple, la cual está perdiendo efectividad por la resistencia a los antibióticos de la población. "La canasta GES incluye sólo ese tratamiento, donde un 70% a un 75% de los pacientes logra realizarlo, pero el resto fracasa. Por lo tanto, actualmente buscamos crear un nuevo tratamiento con mayor efectividad a los antibióticos", agrega.
Por último, Rollán especifica que el objetivo principal para la población chilena actual es reducir los casos de cáncer gástrico, que bajo la propuesta de la Schge podría ser un método preventivo y más efectivo. "De lo que debemos encargarnos hoy es de la prevención de este cáncer y a eso apuntamos con esta nueva propuesta", concluye.