Cuando se conmemoran 15 años de trayectoria musical, en este caso la de Julius Popper, es que estamos -por lo menos- frente a una banda bien puesta en su discurso sonoro. Sin embargo, ello no necesariamente implica una consagración, que para este sexteto penquista aún no es tal.
Es cierto que desde el 2004, el grupo oriundo de Collao ha escrito una historia de altos y bajos, frente a la cual siempre han perseverado. Quizás la fama aún no se pone totalmente a sus pies. Por ahí falta el click que tampoco debiera dividir la historia en dos o más capítulos (el típico un antes y un después).
Luego de lo desplegado por Julius Popper el sábado último, en el Teatro Biobío, celebrando una década y media de carrera, con sólo dos discos -"Julius Popper" (2009) y "No eres tú soy yo" en 2013-, es momento de pensar en un salto importante.
Ciertamente haber desarrollado una instancia sinfónica, contando con la batuta directiva de Leandro Botto, 30 músicos y justos arreglos de Javier Bustos, hace pensar un una nueva producción disquera. Incluso, más que replicarlo en otros escenarios -puede ser muy llevadero- la banda debiera registrar formalmente este material como prueba de una mixtura lograda desde las dos vertientes implicadas durante fin de semana: lo docto y el rock/pop.
Lo agradecerán los fans, primero, varios de los cuales llegaron a la Sala Principal del Teatro, para ser testigos cariñosos del show transmitido por TVU (o sea, se planteó como programa de televisión). También servirá de material para justificar 15 años de carrera, en un cruce planteado como una colaboración de momentos, clímax, pausas y un relato sinfónico que supo ponerse a disposición de la agrupación. Esto, sin llegar a ser la fórmula grupo más una orquesta, sino que Julius Popper junto a músicos sinfónicos que aportaron lo suyo.
De hecho, los dos bloques desarrollados con la Orquesta Popperónica deben destacarse por el aporte significante durante la jornada. En el escenario, proyectaron a la banda en una faceta distinta a la acostumbrada.
Los Julius, se notaban, estuvieron bien dispuestos en el carro docto, sumando arreglos que le dieron a cortes como "Que la maten ya", "Huke" o "La innombrable" una frescura que se agradece, como también notamos en la obertura con "Poppertura".
SENTIDO DEL RITMO
Julius Popper es un conjunto que maneja variantes del ritmo y melodía, timbres y tonos, armando un cuento que podríamos acercar a un pop orquestal lounge. Más algunos aires italianos de banda sonora de espías de los 60 y 70, definen la propuesta Popper ("Fuego lento").
Se trata de una banda como a media luz, donde los arreglos sinfónicos tuvieron el espacio para tomarse de la manos con las notas de 6 músicos correctamente acotados a lo suyo.
En ese sentido, resulta clave la presencia de Antonio Novoa en trompeta. Sin duda, le otorga un toque diferenciador al discurso total, los levanta sonoramente, como también al público que ha crecidos con ellos.
Sin embargo, es tiempo que Julius Popper empiece a buscar en otras vías, quizás, más cercanas al rock. Lo evidenció un tema como "Miaucat", de una frontalidad "grunge" que suena como de lo más actual de la jornada sabatina compuesta por unos 15 temas.
Está claro que los Popper tienen música y son buenos ejecutantes -los 6- pero es ahora o nunca el momento de empezar a despeinarse más, como en "Miaucat", justamente, para avanzar más rápido en la ruta.