Creatividad y felicidad laboral
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Como es una capacidad humana, el quehacer creativo puede estar en cualquier actividad. Un gerente puede resolver problemas para lo que no hay nada escrito, con respuestas alternativas. En las universidades se genera el I+D, donde se busca que las investigaciones realizadas vayan en campos desconocidos, para lo que se necesita apertura a la experiencia. Un obrero, experto en un área donde su superior no lo es, puede utilizar creatividad e innovación para desarrollar su trabajo de manera más eficiente. Incluso, resolviendo problemas domésticos se puede incursionar en un ejercicio creativo de resolución.
No obstante, hay contextos rígidos donde creatividad e innovación se han sancionado y se puede encontrar una desesperanza aprendida. Cuando una organización no quiere salir de la zona de confort, cualquier persona que cruce la línea será encausada nuevamente. Pero, las organizaciones que no han sido capaces de reinventarse desde la lógica de innovación y creatividad se acaban, pues no podrán responder a lo que el mercado exige.
La buena noticia es que la mayoría de los contextos son intermedios; los trabajadores pueden optar por formaciones paralelas o vivir experiencias distintas. Esto permite que desarrollen conexiones internas y eventualmente, solucionar ciertos elementos dentro de la organización. La clave es no luchar contra ésta, sino comprender a esta entidad no perfecta y en las problemáticas hallar oportunidades para innovar y aportar.
Design Thinking
dir. Bienestar
Organizacional Consciente,
Rukalihuen