Células de la retina filtran las señales visuales en la oscuridad
Un estudio liderado por el Doctor Claudio Elgueta, Adrián Palacios, Alex Vielma y Oliver Schmachtenberg, publicado en la Revista Nature Scientific Reports, confirma que la retina actúa como un computador en zonas de oscuridad.
La retina es una parte externa del cerebro que opera como un potente computador para procesar las imágenes del mundo, mejorando su contraste y colores antes de enviarlas de manera codificada al interior de este órgano.
En este contexto y con el fin de conocer los misterios y mecanismos de la visión, el grupo de científicos del Instituto Milenio, Centro Interdisciplinario de Neurociencia, de la Universidad de Valparaíso, exploran a las "amacrinas A17", un tipo de células especializadas en procesar señales visuales de baja luminosidad.
Según explica Adrián Palacios, los humanos poseemos unos 140 millones de captores de fotones en nuestra retina, que convergen en cerca de un millón de células que generan señales de tipo potenciales de acción, y que se transmiten de forma codificada, a través de cables especializados, conocidos como axones, hasta llegar al cerebro. "Las amacrinas A17, cumplen un rol preponderante en la regulación sináptica y conectividad entre unas células llamadas bipolares y otras denominadas ganglionares, que después entregan información al cerebro. Así, los humanos podemos percibir la información visual una vez que esta es interpretada por el cerebro, pero parte de estas señales ya son procesadas por las neuronas de retina, como las amacrinas", detalla.
Por su parte, el Dr. Schmachtenberg indica que si bien la modernidad ha hecho que los humanos convivamos con mayor contaminación lumínica durante la noche, nuestros ojos de todas formas deben adaptarse a esas condiciones empleando los mecanismos que están en la retina. "Cuando hay muy poca luz, en una noche sin luna o una situación similar, podemos ver algo aún gracias al procesamiento de esta capa del ojo, en el que colaboran las células amacrinas. En ese contexto, tanto en el ojo como en las cámaras digitales, hay pocos fotones y mucho ruido, razón por la cual cuesta tomar buenas imágenes. Sin embargo, gracias a estas células amacrinas el ojo puede realizar ese proceso de filtraje", señala el investigador.
Seguir potenciando los estudios en retina, es uno de los objetivos de los científicos chilenos, que incluyen la exploración y detección precoz de enfermedades, como la retinopatía diabética. "Hace cinco décadas se pensaba que la retina sólo participaba en el tránsito y captura de fotones hacia el sistema nervioso central. Sin embargo, estudios como éstos refuerzan el rol de este tejido como un procesador complejo donde se forman las señales visuales y códigos específicos para transmitir las señales al cerebro. Estos conocimientos hacen que cada vez nos estemos focalizando más en la retina, considerándola un verdadero centro de tratamiento biológico y de alta complejidad", comenta el Dr. Adrián Palacios.