Aprender a gerenciar las emociones
Ante un problema o frustración, ¿cómo reacciona normalmente? ¿El enfoque es en la "P" del "problema" o en la "P" de la "potencialidad en solucionar la dificultad?
Es común que nos pongamos en el papel de víctima y cuestionemos cómo nos pudo pasar eso. Vemos el lado negativo de la situación; no es un escenario fácil, pero con seguridad es de gran aprendizaje, de crecimiento como ser humano. Son una oportunidad para sorprendernos con la capacidad que tenemos de renovación, de recuperación y superación de los obstáculos para adquirir enseñanzas.
¿Qué pensar en momentos de crisis?, sea por la pérdida de un trabajo, una situación económica estable, de una persona querida, en la ruptura de una relación en la cual nos donamos. Al principio, muchas veces nos preguntamos: "¿por qué conmigo?", "¿esto nunca va a pasar?", "¿hasta cuándo este dolor estará conmigo?". La respuesta viene con el tiempo. Todo depende de la forma de aceptar las cosas y no resistirnos a la situación, con certeza va a colaborar para que esa fase sea superada.
Por eso, hay que reflexionar y pensar sobre qué aprendizaje quiere mostrar la vida, enfrentar la realidad e intentar verse desde fuera de la situación, pensar en opciones, nuevas tentativas y desafíos, hacer cosas diferentes o de manera diferente. Permitirse nuevas oportunidades, no dejar que el miedo o la inercia dominen. Hay que estar atentos, porque muchas veces volvemos a estar en algo similar y esa es la prueba para verificar si el aprendizaje realmente ocurrió. Nada mas sabio que enfrentar la situación, aprender y seguir nuestra caminada.
Frustraciones son parte de la vida. Todo lo que se construye es un proceso, no se puedes altar etapas. Hay que enfocarse en lo que es necesario para desarrollar la propia capacidad de alcanzar resultados: conquistar sin plantar no es posible. Tampoco hay que desistir si no se consigue lo que se quiere, sino aceptar temporalmente la situación e iniciar un proceso de construcción de nuevas fases para conseguir los objetivos.
Hoy en día la habilidad en solucionar problemas es altamente valorada en el mercado profesional, por eso es tan importante saber administrar las emociones, esta competencia es cada vez más importante para tener éxito en la vida personal y profesional. Personas que saben gerenciar sus emociones mejoran sus relaciones interpersonales, son productivas, enfocadas, poseen un nivel elevado de autoconocimento, son mas seguras para tomar decisiones, son positivas y autoconfiantes. Entonces, sepamos gerenciar nuestras emociones y seremos más felices.
psicóloga clínica