Descifrar a José Maza Sancho, reconocido astrónomo y astrofísico que recibió el Premio Nacional de Ciencias Exactas en 1999, resulta desafiante y enigmático al mismo tiempo. Interpretar cada una de sus reflexiones es abrir una nueva puerta para desafíos y nuevas interrogantes.
El científico se mantiene vigente por sus investigaciones sobre las supernovas y también se alza como un referente a la hora de discutir temas contingentes, como la nueva institucionalidad de la ciencia y la tecnología, cambios curriculares y la forma de concebir la educación en nuestro país.
En ese contexto, Maza será el principal orador de la semana de la Astronomía que organiza el Cicat y el Departamento de Astronomía de la Universidad de Concepción. Además, el viernes 22 en el Anfiteatro de San Pedro de la Paz dará la charla "Somos polvo de estrellas".
"Desde hace tres o cuatro años que se celebra la semana de la Astronomía. Este año me invitaron y me alegra siempre poder compartir, ya que hoy en día el poder hacer ciencia en Chile tiene el sentido de 'chorrear', en un ejemplo medio líquido, todos los rincones de la sociedad", expuso.
-Chile debería tener unos 300 astrónomos profesionales, puros y duros trabajando en astronomía. Hoy tenemos sólo cien, y debiésemos aumentar esa cifra. Aunque eso ocurriera, no sirve de mucho si los 17 millones de personas no saben nada de astronomía. Si hay grupos selectos, el país seguirá en niveles de analfabetismo completo. La gracia de hacer ciencia es dedicar un poco del tiempo en contar a la gente lo que uno sabe, ha aprendido y lo bonito que es relacionar una cosa con otra. Estoy en una lucha porque se restituya la ciencia en el currículo de tercero y cuarto medio; la propuesta era impresentable, con sólo dos horas pedagógicas. El Consejo Nacional de Educación no estaba muy convencida de que fuesen ramos obligatorios. Quiero que los tres o cuatro millones de escolares aprendan a pensar y para ello uno debe tener ideas bastante claras sobre ciencia. La ciencia es como el ajedrez, donde tienes pocas movidas y las reglas son clarísimas. El viernes les hablaré del que, para mí, es el gran sueño...
-El hombre debe salir a colonizar el planeta Marte, que es un poquito más chico que la Tierra, está más lejos y es un poco más frío, pero en el Ecuador la temperatura no es tan mala, entre 10º sobre y bajo cero. Esta idea tiene una serie de inconvenientes que se deben sortear, buscando oxigenar la atmósfera para poder caminar sin inconvenientes, por ejemplo. Buscar estas soluciones son las que le dan sentido a la vida del hombre, no aquello que es cotidiano. Tenemos celulares y computadores extraordinarios porque el hombre fue a la luna. Cuando solo soñó con eso, mira todos los beneficios que nos trajo. Hay que soñar con cuestiones grandes, repensar el cómo se hacen las cosas y eso tiene que ver con ciencia y tecnología. Hablaré de cómo la próxima frontera del hombre es colonizar Marte, y esto no es urgente, pero el camino es largo y alguien tiene que partirlo. No me gusta hablarle a la gente de hoyos negros que no entenderá, pero mirar hacia arriba y entender qué está pasando y hacia donde vamos es fundamental.
CONTINGENCIA
-Chile debe hacer una apuesta por la ciencia. No podemos solo sacar materia prima con una pala y un chuzo. Tenemos que llenar de ideas la cabeza de todo el mundo y tener centros de investigación. Un Ministerio de Ciencia es la manera como se puede proyectar y planificar el desarrollo de la cultura del país, con grandes científicos, universidades, profesionales con un gran nivel. El país no tiene capacidad de tener empresas tecnológicas porque no tenemos gente capacitada.
-Ojalá este nuevo gobierno entienda que la ciencia es la locomotora que tira la tecnología, emprendimiento e innovación. Esto es una inversión, ya que nos dará réditos en 20 ó 30 años más.