El avance de la tecnología ha traído consigo el alto desarrollo en el ámbito científico, y de la mano, nuevos descubrimientos en medicina sobre enfermedades, curas y medicamentos.
En el mismo sentido, la innovación y el avance que ha tenido la industria de los medicamentos durante el último siglo ha significado un gran paso en la historia de la salud de la especie humana.
Por la misma razón, es que en el marco del 2° encuentro de Biored-Sur en Buenos Aires, una alianza entre organizaciones de la sociedad civil que incluye diferentes patologías de Argentina, Chile y Uruguay, desarrolló la guía "Manual de Farmacovigilancia para Pacientes", con definiciones relacionadas a la farmacovigilancia, de modo sencillo y amigable para incentivar el conocimiento, mejorar el reporte de reacciones adversas y garantizar la seguridad de los pacientes.
Biored-Sur surge entonces con el propósito de lograr que se den a nivel regional las garantías para que las personas accedan a medicamentos de calidad, con probada eficacia y seguridad.
Con respecto a lo anterior, la farmacovigilancia tiene tres objetivos fundamentales: mejorar el cuidado y la salud de los pacientes con relación al uso de medicinas e intervenciones médicas, mejorar la salud pública y la seguridad con relación al uso de medicamentos, y por último, detectar los problemas relacionados con el uso de medicamentos y comunicar los hallazgos dentro de un tiempo adecuado.
Desde allí, Cecilia Rodríguez, representante de la Alianza Chilena de Agrupaciones de Pacientes, especifica que la farmacovigilancia es una herramienta fundamental para asegurar la seguridad de los medicamentos y también de los pacientes. "Es muy valiosa para prevenir o reducir el daño a los pacientes y garantizar la seguridad y eficacia de los medicamentos, confiando en que lo que la persona está recibiendo es el mejor medicamento disponible para su condición de salud específica", menciona.
REPORTE DE REACCIONES
Mareos, cansancio, aumento o pérdida del apetito, sudoración excesiva o cambios de humor, suelen ser ciertos efectos que aparecen como causas secundarias de los medicamentos.
Por lo tanto, de acuerdo a lo que explica Rodríguez, cualquier sensación experimentada a partir del uso de un medicamento puede significar un nuevo hallazgo sobre sus efectos o interacción con otros fármacos o alimentos y debe ser reportado.
La especialista agrega que en Chile el número de reportes es muy bajo, lo que no quiere decir que los medicamentos no provoquen reacciones adversas. "Por el contrario, significa que la población y los profesionales de la salud no reportan todos los sucesos diarios", comenta.
Es así, como la experta confirma que se necesita más compromiso sobre la farmacovigilancia de los profesionales de la salud, las sociedades científicas y, fundamentalmente, de los pacientes y cuidadores.
De acuerdo a la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de farmacovigilancia, esta se entiende como la ciencia y las actividades relativas a la detección, evaluación, comprensión y prevención de los efectos adversos de los medicamentos o cualquier otro problema relacionados con éstos.
Por la misma razón es que la especialista recalca la importancia de la farmacovigilancia, ya que ésta también contribuye a la evaluación de beneficios, daños, efectividad y riesgos de los medicamentos consumidos por la población.
En Chile, la entidad encargada de liderar el sistema de reportes de reacciones adversas es el Instituto de Salud Pública (ISP).
PACIENTES ACTIVOS
Respecto a la importancia de reportes que requiere la farmacovigilancia para funcionar, Bernardino Fuentes, también de la Alianza Chilena de Agrupaciones de Pacientes, sostiene que en la medida en que los pacientes logren cumplir un rol más activo ára notificar los efectos adversos, la seguridad de los medicamentos mejoraría aun más.
En la misma línea, el especialista plantea que "si los pacientes notifican sus efectos adversos al médico tratante, éste, a su vez, notificará a la autoridad regulatoria y avanzaremos hacia un mejor cuidado de nuestra salud y tendremos más certezas sobre la calidad de los medicamentos que recibimos, y sobre todo lo que podemos esperar de éstos y lo que no", dice.
Por último, Fuentes menciona que uno de los objetivos de la farmacovigilancia es promover la comprensión y educación de los pacientes y su entorno.