Emprendedor penquista busca popularizar la comida árabe
Uno de lo rubros que está experimentando un fuerte crecimiento en el Gran Concepción es el gastronómico. La oferta, sobre todo en reparto a domicilio, es amplia y pasa por casi todos los platos. Eso lo apreció el empresario penquista Christian Zaror Ananías, quien decidió sumarse a este boom, pero no con cualquier propuesta, sino con la que más conoce: la cocina árabe.
El emprendedor, que dejó un lodge que impulsó en Las Trancas, provincia de Ñuble, contó que decidió dar este paso por una necesidad personal de volver a la esencia de la comida árabe, la cual conoce desde pequeño.
Cuando tomó la decisión de lanzarse con este modelo de negocios, lo primero que hizo fue cocinar en un restaurante de Santiago bien ortodoxo en el rubro. Estuvo dos meses sumergido entre ollas, platos y condimentos aprendiendo sobre las principales recetas árabes, principalmente en cocción y preparación, que es donde, a su juicio, está la esencia de estos platos.
"Hay muchas especias en esta cocina que en Chile no se venden y que traemos de afuera. En un solo producto, como un hoja de parra, pueden existir dos, para la carne y el arroz. Eso es lo que yo quise aprender bien, especializarme en eso", relató.
UNA ALTERNATIVA
Después de este proceso fundó su emprendimiento, "Hamule", que significa familia en árabe. Reconoce que fue una idea que siempre estuvo dando vueltas e incluso pensó habilitarla en el lodge, pero el modelo que quiso implementar es con entrega a domicilio, algo que si bien existe hace mucho tiempo en la zona, de alguna manera quiso romper los esquemas al introducir un alimento que no es masivo.
"Mi idea fue siempre ser una alternativa más, o sea, no quiero competir con nadie, porque la cantidad de delivery existente va por el lado del sushi y la pizza. Tener la comida árabe bajo este concepto es novedoso, porque, además, cubrimos una amplia zona de la intercomuna, pues desde las Lomas de San Andrés (donde está el centro de operaciones) llegamos a donde sea", expuso.
Las recetas abarcan más de 40 variedades, incluyendo dulces, platos como el mixto árabe, shawarma, kubbe, yogur árabe, pan pita, la pizza árabe y palestina. En esta época tienen mucha aceptación las ensaladas a base de tomate, pepino y burgol (trigo árabe).
Zaror aseguró que lo que distingue a su cocina es que elaboran platos todos los días, manteniendo como base la preparación artesanal, en donde ocupan mucho material de cocina que se trae de Belén.
El empresario no trabaja solo en esto, pues capacitó a dos cocineras en el rubro, básicamente en la preparación. En este proceso sus trabajadoras se introdujeron incluso en la historia árabe, porque cada plato tiene un pasado y el objetivo es que cuando estén haciendo algo, sientan el origen. Incluso, en la cocina de fondo siempre hay música ad hoc.
Aparte, una de las características de estas elaboraciones es la abundancia y asegura que las entregas son así, porque el objetivo es popularizar esta cocina, acercarla lo más posible a la gente. De hecho, el 90% de su clientela no tiene nada que ver con la colonia, pero ha querido descubrir esta comida.
FOOD TRUCK
Es más, gracias a este despertar gastronómico que se vive en la ciudad, "Hamule" participará en próximas ferias food truck, para lo cual se están coordinando con los organizadores, como también se sumó a la Asociación de Emprendedores de Brisas del Sol, con lo cual tomará parte en otro tipo de eventos masivos relacionados a emprendimiento.
Por ahora, Christian se ligará con un carro de comida, sin descartar que a futuro cuente con uno propio para así llevar los platos a todas partes.
Próximamente, en marzo, incluirá, para ser más integrales, productos de El Líbano y Palestina, como el tradicional café con cardamomo, utensilios de cocina, artesanía, así como también la creación de talleres de comida árabe.
"La verdad es que ha sido demasiado emocionante todo esto, porque en la redes sociales (como Facebook e Instagram, donde se pueden hacer los pedidos) las opiniones de los clientes han sido realmente conmovedoras. Es maravilloso que un consumidor se dé el tiempo para publicar que la comida que recibió está maravillosa, deliciosa… ha sido muy emotivo o quizás soy más sensible en esa parte, en especial porque la cocina árabe es muy trabajosa, son 10 horas promedio de labor, pues es muy artesanal", reconoció.