El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó ayer a Davos para participar en el Foro Económico Mundial y, desde el primer minuto en Suiza, demostró que no viajó a comparar notas con otros líderes, sino a actuar.
Esto porque el Mandatario, el segundo en viajar a Davos desde Bill Clinton en 2000, mantuvo ayer reuniones bilaterales con dos estrechos socios: el Reino Unido e Israel.
En su encuentro con la Primera Ministra británica, Theresa May, realzó las "excelentes relaciones" entre ambos y calificó de "falsos rumores" las supuestas tensiones entre Washington y Londres.
Hasta ahí nada extraordinario. Pero fue la reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, donde Trump volvió a encender los ánimos en torno al conflicto palestino-israelí: amenazó con suspender más ayudas a los palestinos luego de que, según él, los dirigentes de la Autoridad Nacional Palestina le "faltaron el respeto" al "gran" vicepresidente estadounidense, Mike Pence.
El Presidente palestino, Mahmud Abás, se negó a recibir a Pence durante el viaje que éste realizó recientemente a la región, en protesta por la decisión estadounidense de reconocer Jerusalén como capital de Israel el pasado 6 de diciembre, momento desde el que considera que EE.UU. se ha "descalificado" como mediador para la paz.
Washington ya ha congelado US$ 65 millones que aporta al presupuesto regular de la agencia de la ONU para Refugiados Palestinos y suspendió otros US$ 45 millones en ayuda alimentaria.
A los palestinos, dijo Trump, EE.UU. les da cientos de millones de dólares en ayudas, un dinero, añadió "que está encima de la mesa, pero no lo recibirán si no se sientan a negociar la paz", sentenció.
La reacción de los palestinos no se hizo esperar: la Organización para la Liberación de Palestina y la presidencia palestina rechazaron la política de "chantaje" y "presión" de Trump.
plan económico
A pesar de las emociones de ayer, se espera que el hecho más significativo de Trump en Davos se dé hoy cuando revele su plan económico global, en el que defenderá su estrategia de "EE.UU. primero".
Al ser consultado por los periodistas, al llegar a Suiza, por su discurso de hoy, el Mandatario no quiso adelantar nada. "Creo que el verdadero mensaje es que queremos mucha prosperidad y que queremos mucha paz", dijo.
De todas formas, se prevé que mantendrá su discurso proteccionista y que, como él adelantó antes de viajar, buscará "vender" su país ante la élite mundial.