Las Higueras consolida su programa de transexualidad
Cuando tenía cinco años de edad, Pablo (47) esperaba a que su padre se fuera al trabajo para usar sus corbatas. Era lo que más disfrutaba, junto con ocupar los juguetes de su hermano. El problema es que nació siendo Paola, por lo que debía comportarse y vestirse como niña.
Esta situación, de estar en un cuerpo que consideraba que no era el suyo, es lo que viven las personas con la condición de transexualidad.
"Verme en el espejo era traumático y verte con pechugas era triste. Le pedía a Dios por las noches que al otro día naciera como debía ser, un hombre", recuerda Pablo.
Pero en 2005 todo cambió para él, pues decidió iniciar un largo camino para lograr lo que quería: tener un cuerpo masculino. Hoy, a casi 12 años de ese momento, el sueño de ser Pablo se cumple. En 2014 ingresó al Programa de Atención para Pacientes Trans (transexual y transgénero) que Hospital Las Higueras de Talcahuano comenzó a desarrollar a fines de 2013 con recursos propios y sin la ayuda del nivel central, ni tampoco de Fonasa (pues la prestación no está codificada), situación que se mantiene hasta el día de hoy.
"Ese año me hice la primera de cuatro cirugías. Se me desarrolló la masectomía (extirpación de las glándulas mamarias)", contó Pablo. Añadió que luego de esa primera intervención se le extirpó el útero (histerectomía) y ahora está a la espera de la última intervención, que consiste en la genitoplastía masculinizante, intervención que le permitirá contar con una anatomía masculina.
El programa
El jefe de la Unidad de Transexualidad, el médico urólogo Rodrigo Baeza, contó que Pablo es uno de los pacientes con los que han trabajado en el programa, el que nació para "dar solución y tratamiento a pacientes que tienen la condición de transexualidad".
A cuatro años de ese inicio, el médico contó con orgullo que entre 2014 y 2017 han realizado el procedimiento de reasignación de sexo a 20 personas. En 2015 se intervinieron cuatro, en 2016 siete y este año nueve.
En tanto, otras cinco están en lista de espera y 84 pacientes se realizan controles en algunas de las etapas previas al desarrollo de la operación.
De esta forma el establecimiento de la red del Servicio de Salud Talcahuano se posiciona como el referente de esta cirugía en la región y en la zona sur del país, según aseveró el médico.
OPERACIÓN
El jefe de la Unidad de Transexualidad contó que el programa desarrolla un trabajo multidisciplinario con los usuarios, ya que el equipo que interviene está integrado por profesionales de las áreas de psiquiatra, endocrinología, cirugía plástica y urología.
En esa línea sostuvo que desde el momento en que el paciente tiene su primera consulta se comienza a realizar un trabajo abordando cada una de las necesidades que éste tiene.
Uno de los primeros pasos, luego de tener la entrevista con él, es la evaluación que realiza el equipo de Salud Mental para saber que no tienen ningún problema de depresión, ansiedad y para confirmar que el diagnóstico corresponde a una transexualidad.
"Tienen dos evaluaciones de equipos de Salud Mental diferentes. De esa manera se asegura que haya menor sesgo, de que un equipo esté equivocado en un diagnóstico o esté influido de alguna manera", contó Baeza.
A esa acción se suma que el paciente deba estar a lo menos 18 meses en tratamiento hormonal para desarrollar la intervención de reasignación genital, la que dura cerca de cinco horas.
Baeza expuso que la recuperación dura entre 7 a 10 días. Después de este lapso el paciente debe estar en control de sus hormonas durante toda la vida. Además, posterior a la cirugía existe un acompañamiento psicológico.
El médico urólogo claró que el trabajo desarrollado con los pacientes no necesariamente termina con una cirugía de cambio de sexo, ya que el programa busca satisfacer la necesidad del paciente, por lo que puede haber casos en que sólo necesite apoyo psicológico y manejo de las hormonas.
CAMBIO DE VIDA
Pablo, que actualmente trabaja en Santiago, contó que esta operación lo liberó. Asegura que nunca dudo en realizarla. Desde la primera intervención, cuando le extirparon las mamas, su vida comenzó a cambiar en 180 grados.
"Uno se siente más seguro, estás más confiado de ti mismo. Te miras al espejo de otra forma, no como antes, que te veías y era con una pena (…) Me cambió la vida", contó Pablo.
Ahora, afirma, se le abre una vida llena de posibilidades.
El jefe de la unidad de Transexualidad reafirmó que el cambio de género no sólo es beneficioso desde el punto de vista personal, sino que también permite a estas personas reinsertarse en la sociedad.
"El cambio es brutal para ellos, les cambia la vida. Tienen la posibilidad de insertarse en la sociedad desde el punto de vista legal y la seguridad que le da a nivel mental es gigantesco", declaró el médico urólogo.
El profesional del Hospital Las Higueras aseguró que hay investigaciones que muestran el efecto negativo que tiene en las personas trans el no tener soluciones sobre su condición.
"Hay un estudio que deja claro que los pacientes que no se tratan tienen una alta tasa de suicidio. En tanto, los pacientes tratados son personas que se pueden insertar en la sociedad de buena manera. Un paciente no tratado es uno que se ve discriminado", expuso Baeza. Con ello reformó que el tratamiento es vital para estos pacientes.