Ensaladas: los errores más frecuentes al comerlas
Esta es una época del año ideal para aumentar el consumo de frutas y verduras, y las ensaladas se convierten en un plato estrella. Sin embargo, muchos optan por comerlas pero se equivocan en el camino y agregan ingredientes que elevan las calorías.
Entonces ¿cuál es la manera correcta de consumir las ensaladas? Según Claudia Rojas, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello, asegura que "son la mejor fuente de fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes, y se deben comer mayoritariamente crudas", dice.
La nutricionista recomienda aliñarla con un poco aceite. "Sólo una cucharadita de té por ensalada e idealmente seleccionar el aceite, ya sea de oliva, mazola o pepa de uva; aderezarla con limón, vinagre o un poco de aceto balsámico y agregarle poca sal", comenta.
La especialista menciona que "actualmente, se pueden incluir algunas verduras que antes consumíamos sólo cocidas, por ejemplo, hoy por una moda más gourmet y también más saludable, se come la betarraga cruda y rallada al igual que la zanahoria, las espinacas y los champiñones", dice la profesional.
Rojas agrega que "ha aumentado el consumo de otras crucíferas como el Kale de hoja rizada y plana, además de los berros hidropónicos, que también son un gran aportador de ácido fólico, hierro, zinc, calcio y magnesio. Hortaliza como la rúcula aporta vitaminas A, K, C y ácido fólico importante para embarazadas y niños".
De esta manera, la nutricionista plantea que al momento de preparar las ensaladas, las personas pueden cometer una serie de errores, como aderezar las ensaladas con dressing a base de mayonesa, croutones de pan fritos y exceso de aceite. "Le agregan una cucharada sopera de cualquier aceite, los mezclan, agregan quesos maduros, embutidos y cecinas derivadas del cerdo", afirma.
Rojas además advierte que se consumen las ensaladas cocidas recocidas, con lo que pierden su aporte nutritivo. Además, advierte que "hay personas que consumen ensalada al final del plato de fondo, cuando lo ideal es el consumo de este producto como primer plato para lograr la saciedad que aporta la fibra y no llegar con un apetito voraz al plato principal, además de comer pan", finaliza.