Uno de los ejes centrales de la discusión legislativa de las últimas semanas respecto a la tramitación del nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología -que sigue en primer trámite constitucional en el Senado- tiene relación con la división administrativa que se propone en el proyecto de ley, asociado a la instalación de secretarios ministeriales por macrozonas y no por regiones.
Esta división ha generado el rechazo de un grupo de parlamentarios, pero también de la comunidad científica de la región, que expone que dicha división impedirá el desarrollo óptimo de iniciativas de carácter local, además de una posible disminución de los recursos que cada macrozona distribuya en las regiones.
El articulado ingresado a la Cámara Alta en enero pasado propone que la división emule la implementación que se realizó del ministerio de Energía y que las regiones que se fusionarán en cada macrozona serán determinadas por decretos supremos, al igual que las ciudades que albergarán las secretarías ministeriales.
La discusión sobre este punto tomó más fuerza esta semana en la comisión de Hacienda del Senado, de donde se despachó el proyecto este martes a la sala para su aprobación.
FALTA DE PERTINENCIA
Christian Schmitz, rector de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), fue uno de los expositores en las sesiones de la comisión de Desafíos del Futuro, Ciencia, Tecnología e Innovación del Senado, donde se discutió el proyecto de ley del nuevo ministerio.
Por ello considera que a nivel interno existen dos miradas respecto a la idea de instalar macrozonas. Por un lado facilitan la descentralización en la toma de decisiones que tendrá el ministerio, pero por otro lado esta decisión puede atentar con la pertinencia con los territorios y su trabajo en ciencia y tecnología.
"Nuestra región es muy heterogénea en sus territorios y en sus intereses. No hemos visto un mecanismo que cautele esta pertinencia cuando se habla de macrozonas. Si se aprueba así el proyecto, éste tendrá falencias respecto a la pertinencia territorial", dijo.
Esta posición fue adoptada por la Asociación de Universidades Regionales (AUR), a la cual pertenece la Ucsc, donde por medio de una declaración pública señaló que "las universidades del Consejo de Rectores realizan investigación e innovación en cada una de las localidades y regiones del país, por lo que la institucionalidad debe reflejarlo y valorarlo".
En base a esta intervención el director general de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Universidad del Bío-Bío, Mario Ramos, señaló que la mencionada declaración conjunta representa un llamado de alerta ante la posibilidad de que muchos proyectos e iniciativas sean postergados al instalar macrozonas.
"Es una política pública pésima el no contar con seremis por ahorrar algunos recursos. En el caso de que el delegado o representante se instale en Concepción, el trabajo que se hace en Maule y Araucanía podría ser postergado. Si existen secretarios regionales en todas las carteras, ¿por qué no contar con un seremi de Ciencia y Tecnología en cada región?", analiza.
Agrega que el rol político puede ser un articulador e impulsor de la ciencia y tecnología en zonas donde no existe una presencia de centros de investigación y desarrollo.
PROYECTO CON SENTIDO
Pilar Pardo, directora de la ONG Girls In Tech -que impulsa la participación de escolares en ciencia- y académica universitaria explica que el hecho de pensar en un ministerio considera por sí solo el descentralizar la administración, "hecho que debiese estar asociado innegablemente con tener seremis en cada zona. Está bien agruparse en marcrozonas, pero no se puede perder la identidad. Biobío tiene realidades distintas en emprendimiento e innovación".
Añadió que "el ministerio debe estar desde un principio bien alineado. A veces pasa que es relevante poder crear esta institucionalidad en base a sus necesidades. Por ejemplo, el directorio del Parque Científico no cuenta con mujeres. El tema de género también debe estar presente en esta instalación del ministerio, con temas como remuneraciones y participación. Es una oportunidad de discutir estos temas también".
Destacó a su vez el hecho de que senadores de distintos colores políticos han instalado "con fuerza la discusión sobre el futuro ministerio y la forma en que este cumplirá sus funciones en cada zona del país".
En tanto Carola Díaz, vocera de la agrupación de estudiantes de postgrado Ciprés (Ciencia presente en la Sociedad), planteó que el ministerio de por sí busca promover la actividad científica en cada rincón del país con una mirada más global.
"Entendiendo que es urgente aumentar el presupuesto para las ciencias, tener secretarías regionales es clave solucionado eso, dado que la falta de recursos no nos parece un argumento válido para posicionar la idea de las macrozonas. Zonas donde ahora no se investiga o no hay gran desarrollo científico se pueden potenciar con recursos y mayor conocimiento de las necesidades locales, sin caer en la caricatura de generar investigación en torno al recurso que se explota en cada región", apunta la bioquímica y doctora en Ciencias mención Química (c) de la Universidad de Concepción.