Fundación para el Progreso explica su instalación en la zona
Un grupo de empresarios penquistas, en comunión con la oficina central que se ubica en Santiago, decidió hace unos meses abrir una sede en Concepción de la Fundación para el Progreso.
La idea central, según el empresario local Javier Álvarez (49), es contribuir a la descentralización del país: "Esto se hace con la idea de descentralizar ideas. Fundamentalmente, el centro de estudios va dirigido a la formación de jóvenes en la difusión del ideario liberal".
Aunque ahora vive en Santiago, Álvarez se traslada de manera constante por sus obligaciones laborales a Concepción.
Agregó que "sin embargo, no queremos que se nos caricaturice sólo como defensores del neoliberalismo económico. Somos mucho más que eso. Aspiramos a una sociedad libre, que esté fundamentada en las libertades personales y en generar una ciudadanía empoderada. Claro, lo anterior asociado a una economía social de mercado".
En su página web, la fundación define su misión como impulsar un cambio cultural que permita a cada persona desarrollar al máximo sus talentos y proyectos de vida, sin más limitaciones que el respeto por la dignidad de los demás. La institución señala que "creemos que el progreso es el descubrimiento de aquello que aún no conocemos y que ese descubrimiento solo puede darse en espacios de profunda libertad".
idea inicial
Sobre qué determinó la apertura de una oficina en la comuna penquista, Álvarez señaló que "esto nace de una motivación privada, de un grupo de personas de Concepción que detectamos que había una necesidad de formar jóvenes en educación cívica, asociado a la idea liberal".
Explicó que el proceso comenzó por una coincidencia de la vida, ya que con un grupo de amigos pudo conocer la fundación en Santiago. "A partir de eso planteamos la idea de instalarla en Concepción. Con éxito logramos recaudar fondos en la zona y logramos tener una oficina propia en la zona y con actividad propia", dijo.
Hasta ahora el ejecutivo -que es socio y director de la empresa Buses Hualpén, socio fundador y gerente general de la firma de ingeniería Parés y Álvarez y presidente del directorio de la Clínica Sanatorio Alemán-, aseguró que han realizado seminarios y actividades culturales y conversatorios con jóvenes de la zona.
"Nosotros creemos en el mercado y creemos en un Estado con poderes limitados, donde las personas pueden desarrollar todos sus talentos en forma libre. Creemos en la meritocracia, en la inclusión, en la diversidad", añadió.
Sobre la recepción de la ciudadanía de la capital del Biobío, al considerar la pugna entre los que están a favor y en contra del liberalismo en la economía, Álvarez señaló que "a veces hay una mala comprensión del neoliberalismo. La recepción en Concepción ha sido buena. Hemos hecho variadas actividades, donde se convocan a jóvenes, que son de índole más bien cultural, relacionadas con seminarios, con círculos de lectura y con análisis filosóficos. Eso quiere decir que nosotros no sólo estamos abocados a lo económico".
Entre lo que se proyecta como trabajo a futuro está la vinculación en el trabajo con universidades locales. "Ese también es uno de los argumentos de la instalación en Concepción. Existe una masa crítica amplia relacionada con el desarrollo educativo de muchas universidades con las cuales podremos hacer un trabajo interesante", destacó.