"Una de las principales funciones es escuchar a cada uno de los sectores que están involucrados en las distintas pesquerías. En particular, la jibia representa un recurso relevante para el desarrollo de la Región, pues tiene desembarques en Lebu, Coronel y San Vicente, por lo que son zonas de alto interés para nosotros".
Así respondió Javier Valencia, director zonal de Pesca, luego de recibir por parte de Asipes la preocupación por la votación que tendrá lugar el próximo 13 de diciembre en la comisión de Pesca de la Cámara de Diputados, acerca del proyecto que busca establecer la potera y/o línea de mano como único arte o aparejo de pesca para la captura de la jibia.
Macarena Cepeda, presidenta de la Asipes, señaló que si esta iniciativa prospera, lo único que pasaría es que por secretaría quedaría fuera toda la actividad pesquera que captura este molusco con arte de media agua. "Lo que le pedimos al director zonal es que en la comisión de Pesca sean escuchados todos los actores que tienen injerencia en la captura de este recurso, es decir, los académicos, artesanales y también la del subsecretario de Pesca (Pablo Berazaluce), porque creemos que la realidad que tenemos en la Región del Biobío es totalmente distinta a la que se vive en otras del país, ya que al igual que en Coquimbo existe una colaboración importante entre los sectores artesanal y industrial".
NO SERÍA POSIBLE
Acentuó que son 2.500 los empleos que dependen de la captura de jibia y valoran el fraccionamiento que hoy existe, que es de 20% para el sector industrial y 80% para el artesanal. Por eso, cree que si esa iniciativa se llegara a concretar, el porcentaje para el primero no sería posible capturar porque ese sector hoy no cuenta con autorizaciones de pesca con ese arte. Por ende, pronosticó que si esta idea sigue adelante, desaparecería la industria pesquera en lo que es jibia, al igual que los empleos que dependen de esta sector.
De las 60.600 toneladas de jibia desembarcadas por el sector artesanal en la Región del Biobío, a septiembre de este año, la industria pesquera compró 51.000 toneladas, es decir el 85% de esas descargas, las que equivalen a un traspaso de valor superior a los US$$20,5 millones ($12.750 millones).
Según apuntó, hoy no existe un sustento técnico que obligue a revisar el arte de captura para la jibia. Hay argumentos científicos que demuestran que no hay riesgos ecológicos ni ningún impacto en el ambiente al utilizar un arte de media agua o incluso en la línea de mano. Por ende, hizo ver que desean que antes de votar un proyecto sean escuchados todos los actores para que la autoridad parlamentaria tenga conocimiento completo de la realidad nacional y no de una región en particular.
Javier Valencia agregó que tal como se lo aclaró a la timonel de Asipes, mientras puedan contar con mayor información y actualizada, facilita mucho más la toma de decisiones. "Ahora, aclaro que podemos subir esta información a la Subsecretaría de Pesca para poder tramitarla como corresponde e incluirla en el relato que se pueda tener, pero finalmente es la Cámara de Diputados la que plantea la agenda legislativa para poder conversar el tema. Lo que tengo entendido es que esto aún no está puesto en tabla y la discusión recién va estar con los argumentos del sector industrial como artesanal nos puedan entregar", recalcó.
Acerca de si esto se está dando de acuerdo a lo que plantea el sector de la Región de Valparaíso, el personero afirmó que no se puede referir sobre a lo que hacen o plantean otras zonas. Sin embargo, sostuvo que para el Biobío el recurso jibia es de alta importancia, pues un porcentaje de distribución de las 200 mil toneladas país es para la Región, donde el fraccionamiento es de 80% para el sector artesanal y 20% para el industrial. Aparte destacó el trabajo colaborativo para poder alcanzar la extracción asignada a la zona.
Remarcó que están permanentemente trabajando en cada una de las pesquerías no solo en el tratamiento de ellas y su administración, sino procurando otras alternativas de fomento y escalamiento con otros recursos que pueden ser extraídos desde el mar.
Por ende, indicó que las puertas de la dirección zonal están abiertas para escuchar a los artesanales e industriales.
BAJO CONSUMO
Andrés Fosk Belan, gerente general de Pesquera Landes, señaló que "la realidad de la Región del Biobío es de completa asociatividad con el sector artesanal. Aquí ambos sectores operamos en conjunto sobre el recurso y eso nos permite trabajar todo el año, pese a las condiciones climáticas adversas del sur del país".
El consumo interno de jibia es muy bajo, por lo que casi la totalidad del recurso se destina a mercados de exportación. Por ello, las plantas industriales no pueden sobrevivir sólo con abastecimiento artesanal que opera sólo con buenas condiciones climáticas. En esta lógica es importante comprender que los precios internacionales de la jibia -que es capturada por otros 10 países más en el Pacífico- depende de esas capturas, donde sólo China captura más de 1 millón de toneladas y Perú otras 500 mil. Según el ejecutivo de Landes "se equivocan aquellos que afirman que una menor disponibilidad de jibia en el mercado local permitirá un aumento del valor del recurso. Eso es desconocer la dinámica de los mercados internacionales".