Analizan el rumbo que tendrá voto evangélico en el balotaje
El Acuerdo de Unión Civil, el aborto en tres causales, el matrimonio igualitario, la adopción homoparental y la Ley de Identidad de Género. En definitiva, la agenda valórica impulsada por el Gobierno de Michelle Bachelet, provocó que en las elecciones del 19 de noviembre se movilizara un grupo de votantes que se podrían catalogar como conservadores y/o evangélicos, quienes apoyaron a candidaturas que resguardaban dichas creencias religiosas.
Ese es el argumento de tres analistas locales, en relación a los resultados de la primera vuelta presidencial y de las parlamentarias que logró que Francesca Muñoz (RN) , cristiana, consiguiera 23 mil 133 preferencias (6,86%) y se convirtiera en la más votada de su lista y "arrastrara" a Leonidas Romero (RN) con 11 mil 378 votos, en el distrito 20.
Pero que, además, el aspirante a La Moneda, José Antonio Kast se quedara con el tercer lugar en las comunas de Coronel y Lota, bordeando el 20% de los sufragios, localidades que históricamente han sido reconocidas como de izquierda.
Sin embargo, pese a su movilidad en la primera vuelta, los analistas ven poco probable que logren ser captados por la candidatura del candidato de Chile Vamos, Sebastián Piñera, dado que su programa no atañe a ser tan conservador, como lo fue Kast.
MIEDO A PERDER
"Primero tenemos que entender que lo que moviliza a la gente no son elementos racionales, sino que emocionales, entre eso, la política y la religión. Lo que pasó con la agenda valórica fue que la gente fue a votar por su convicción religiosa o simplemente porque ese segmento ve en riesgo algo que para ellos es vital en su estructura de sociedad", indicó Paulina Pinchart, experta en Marketing Político y docente de la UBB.
La analista se refiere a que dicho segmento conservador se encontró con proyectos de ley que iban a modificar sus creencia, por lo que ante un riesgo a su postura, se movilizó.
Coincide el director de la Escuela de Liderazgo de la Universidad San Sebastián, Cristián Puentes, quien señaló que "la agenda valórica del Gobierno despertó a aquel votante que es más conservador y que por ningún motivo va a adherir a estas causas y ¿cuál es la forma que tiene de manifestarse? Es con el voto duro y bajo las candidaturas que han tenido una posición clara".
Puentes recordó que Kast prometió en su campaña derogar la ley de aborto en tres causales, lo que permitió la identificación de un electorado más conservador.
Por lo mismo el sociólogo y docente de la UdeC, Pablo Martínez atribuye la movilización conservadora a "un repunte significativo del discurso y la práctica ligada las versiones tradicionales y populares del cristianismo, que han respondido con una fuerza electoral creciente en favor de candidatos que resaltan posturas políticas y, sobre todo valóricas", señaló.
SEGUNDA VUELTA
Los analistas coinciden en que el electorado conservador ha existido en pasadas elecciones, sólo que no tenían un motivos para reunirse en una sola candidatura, no existía un representante directo en sus propuestas para ese sector.
Por lo mismo, ven difícil que Sebastián Piñera pueda recoger los votos que obtuvo Kast en la primera vuelta.
"Es un tema valórico que no se pueden traspasar los votos de un candidato a otro. De hecho, Piñera ha mostrado una mayor apertura en esas propuestas, no puede cerrarse ahora porque sabe que su electorado disminuiría", sentenció Pinchart.
Pero agregó que "creo que lo que va a hacer es omitir estas materias, pero cuidado, que la gente tiene más memoria en este tipo de cosas. Entonces, este grupo no va a ir a votar o va ir por aquel que le muestre un mayor nivel de conservadurismo".
Mientras que Puentes cree que todo dependerá de cuánto se mueva Piñera hacia la derecha. "Tiene relación con hasta dónde esté dispuesto a llegar, porque él no ha señalado derogar la Ley de Aborto para cautivar a ese 20% de Kast. En el caso de Guillier, cuenta con otros electores a quien recurrir, fuera del mundo conservador".
CIRCUNSTANCIAL
Si bien todos coinciden en que la movilización estuvo relacionada directamente con la agenda valórica, el escenario podría volverse a repetir. "Ya que esto es producto de la sintonía que alcanzó el discurso político con sectores cristianos evangélicos, que son crecientes e influyentes en la vida social y política de esos territorios comunales", recalcó Martínez.
Puentes destaca el caso de Francesca Muñoz, quien ya se había presentado como candidata a diputada el 2013 y como carta a alcaldesa por Chiguayante, sin éxito. "Se instaló a un nombre que estaba fuera de todo pronóstico, de todas las encuestas, que derrotó a políticos con trayectoria como Jorge Ulloa y evitó que Claudio Eguiluz saliera electo, siendo que era uno de los que marcaba bien en las encuestas", explicó.
Eso sí, en el caso del independiente Elías Ramos, también evangélico, el sistema lo perjudicó: consiguió 12 mil 694 votos, pero al ir sin lista, no pudo ser electo.